La presión se define como el número más alto en la lectura de la presión arterial (presión sistólica ) menos el número más bajo (presión diastólica).
Según la Clínica Mayo, una presión de pulso elevada podría ser un indicador de problemas cardíacos , en especial para los adultos mayores.
La Asociación del Alzheimer de Estados Unidos señala que los daños en el corazón o los vasos sanguíneos , incluyendo la hipertensión, enfermedades del corazón y derrame cerebral , puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores del Sistema de Salud de Asuntos de Veteranos de San Diego analizaron 177 personas con edades comprendidas entre 55 y 100 que no tenían síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
A los participante en este estudio se les tomó la presión arterial y se les sometió a punciones lumbares para obtener fluido espinal .
Los resultados del estudio , publicados en la revista Neurology , revelaron que los pacientes de edades comprendidas entre 55 y 70 años que tenían una presión más alta eran más propensos a tener biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo , en comparación con aquellos que tenían menor presión de pulso .
Los biomarcadores de Alzheimer presentes fueron:
Placas de beta amiloide – grupos de fragmentos de proteína que se acumulan entre las células nerviosas.
Proteína P, proteína defectuosa que ya no puede estabilizar microtúbulos.
Enredos – filamentos de proteína en las células nerviosas muertas y moribundas.
Los investigadores hallaron que por cada aumento de 10 puntos en la presión, el nivel medio de proteína P– tau en el líquido cefalorraquídeo creció un 1,5 picogramos por milímetro ( 1 picogramo es el equivalente a 1 billonésima parte de un gramo ) .
Explicando los resultados, Daniel A. Nation , del Sistema de Salud de Veteranos de San Diego y autor del estudio , dice:
«Estos resultados sugieren que las fuerzas implicadas en la circulación de la sangre pueden estar relacionados con el desarrollo de los signos de la enfermedad de Alzheimer sello que causan la pérdida de las células del cerebro».
Vía: Neurology
