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CáncerDislexia

¿Qué es la dislexia?

La dislexia afecta a uno de cada diez individuos y es considerada un trastorno del aprendizaje, el cual puede dificultar la habilidad de una persona para leer, escribir, deletrear, e incluso para hablar. Este trastorno tiene mayor incidencia entre los niños y persiste a lo largo de la vida.

Para algunos individuos que nunca fueron diagnosticados, la dislexia es una discapacidad escondida y silente que podría desembocar en el subempleo, dificultad para desenvolverse en ambientes académicos, dificultad en el trabajo, y una disminución en la auto confianza.

Existen dos tipos de dislexia: adquirida o evolutiva. La dislexia adquiridase refiere a una lesión cerebral específica, mientras que en la evolutiva el sujeto presenta dificultades de aprendizaje debido al trastorno.

Asimismo, se pueden observar tres tipos de clasificaciones del padecimiento según los síntomas del paciente:

  1. Dislexia fonológica: Se presenta cuando el individuo realiza una lectura visual de las palabras (se observan las palabras de forma global deduciendo palabras conocidas).
  2. Dislexia superficial: Es la más habitual en los niños y reside en la dificultad para leer palabras cuya lectura y pronunciación no corresponde, como por ejemplo las palabras en inglés.
  3. Dislexia profunda o mixta: Sólo se da en los casos de dislexia evolutiva. En este caso, se encuentran dañados los procesos fonológico y visual de la lectura.

Síntomas

Los síntomas de este trastorno pueden ser leves, medios o severos. Estos incluyen dificultades para:

  • Aprender a hablar
  • Aprender a leer y escribir al nivel correspondiente a su edad
  • Organizar la lengua escrita y hablada
  • Aprender las letras y los sonidos
  • Aprender los números
  • Deletrear
  • Aprender una lengua extranjera
  • Resolver correctamente problemas matemáticos

Dichos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones y problemas de salud, por lo que si tú o tu hijo experimentan cualquiera de ellos es importante acudir al médico o pediatra.

Diagnóstico

Para el diagnóstico de la dislexia es fundamental la participación tanto de los padres como de los profesores. Los últimos son los que más oportunidades tienen de detectar cualquier señal de que el niño presenta una dificultad y, por ende, de poner sobre aviso a la familia de manera oportuna. Una vez que se sospeche la existencia de este padecimiento, deberán acudir con un experto en trastornos del aprendizaje, ya sea un psicólogo escolar, un especialista en aprendizaje, o un neurólogo (médico especializado en el sistema nervioso) a fin de iniciar un tratamiento, previamente descartando otros factores, figurando entre los principales:

  • Visión defectuosa.
  • Audición deficiente.
  • Lesiones cerebrales no diagnosticadas.
  • Coeficiente intelectual inferior a lo normal.
  • Trastornos emocionales.
  • Presencia de alguna otra patología que influya en el aprendizaje (dolores o malestar que disminuyan la capacidad de concentración).
  • Métodos educativos inadecuados.

También se recomienda ampliamente una entrevista con la familia, ya que esto permitirá valorar las condiciones del entorno del niño y su posible influencia en los síntomas observados (embarazo complicado, nivel socio-cultural, clima afectivo, etc).

Una vez descartada la presencia de otras anomalías, se procede a evaluar las características de la enfermedad a través de diversos test y pruebas para su diagnóstico. Para ello, es conveniente que tu pediatra te derive a un especialista en logopedia (también llamada fonoaudiología) que realice dichas pruebas. Las más utilizadas son:

  • Test de Frostig: se emplea en niños de cuatro a siete años. Este test se realiza para estudiar el desarrollo de la percepción visual. Evalúa la coordinación visual-motora, las relaciones espaciales, etc.
  • Test de análisis de lectura y escritura: son varias pruebas que detectan los métodos de lectura y escritura del niño, así como los mecanismos que no están funcionando correctamente. Los test de lectura se aplican en niños de menor edad que los test de escritura.
  • Test de comprensión lectora: se aplica en niños de seis o siete años, permitiendo evaluar su nivel de comprensión a la hora de descifrar un texto.

Asimismo, existe la posibilidad de evaluar deficiencias en la capacidad psicomotriz del niño mediante los siguientes exámenes:

– Test de estructuras rítmicas de Mira-Stambak: creado para diagnosticar la percepción temporal. Consiste en evaluar la capacidad del niño para crear un ritmo de manera espontánea, para reproducir un ritmo creado por otra persona, y para comprender las estructuras y simbolismo del mismo.
– Pruebas de dominancia lateral: están basadas en estudios de movilidad y flexibilidad de los músculos, así como en pruebas de ejecución de órdenes, p. ej. repartir cartas, saltar sobre un pie, etc.

Causas

La dislexia es provocada por causas neurobiológicas (las relacionadas con la formación del cerebro y su funcionamiento) y genéticas (transmitidas por herencia).

Cabe destacar que los genes vinculados a la dislexia no son genes con una anomalía específica, sino que forman parte de las variantes genéticas presentes en la población general. Esto significa que NO existe ‘el gen’ de la dislexia, sino que las personas con la condición presentan una combinación genética que determina la poca habilidad lectora, del mismo modo que otra combinación genética puede determinar una dificultad para cantar, bailar o tocar el violín.

Asimismo, los trastornos específicos como la dislexia comparten características determinadas:

  • Sus síntomas no difieren cualitativamente de los rasgos normales que se pueden apreciar en cualquier individuo. Por ello, los límites entre trastorno y normalidad son muy imprecisos.
  • No existen marcadores biológicos que permitan confirmar o excluir un diagnóstico.
  • La presencia de otros trastornos, como déficit de atención por hiperactividad (TDAH), es común. Las formas puras de determinado trastorno suelen ser más la excepción que la regla.
  • La expresividad del problema está modulada por el entorno. Esto significa que existen factores incontrolables como el medio ambiente y el ámbito social, por mencionar algunos, que ejercen una influencia directa en la manifestación del padecimiento.

Prevención

Al ser la dislexia una condición neurológica ocasionada por una alteración en las conexiones del cerebro, no puede prevenirse y no tiene cura, y las personas que la padecen deben aprender diversas estrategias para afrontarla.

Investigaciones indican que la dislexia no posee relación alguna con la inteligencia. Los individuos con esta condición no son ni más ni menos inteligentes que la población general, pero algunos dicen que la manera en la que piensan los individuos con dislexia de hecho podría ser una ventaja en alcanzar el éxito.

En las escuelas públicas, donde muchos profesores no están familiarizados con la condición, los estudiantes con dislexia podrían ser considerados como tontos o perezosos. Por ello, los padres que tienen hijos con el trastorno deben buscar instrucción especializada en lectura, la cual se basa en el conocimiento explícito y sistemático de la estructura del lenguaje, incluyendo la fonética. Este método de instrucción en la lectura recibe muchas denominaciones: Alfabetización Estructurada, Orton-Gillingham, Simultánea Multisensorial, Fonética Explícita, entre otras.

Tratamiento

La mayoría de las personas con dislexia necesitan ayuda de un tutor u otro profesional entrenado. Es muy importante hablar con el médico y el especialista en aprendizaje sobre cuál es el mejor plan de tratamiento para ti o tu hijo. Las opciones de tratamiento incluyen:

Remediación
La remediación es una forma de enseñanza que ayuda a las personas con dislexia a aprender habilidades para el lenguaje. Ésta utiliza los siguientes conceptos:

  • Enseñar pequeñas cantidades de información paso por paso
  • Enseñar los mismos conceptos varias veces—un concepto conocido como sobre-enseñanza
  • Utilizar todos los sentidos—oído, visión, voz y tacto—para potenciar el aprendizaje (reforzamiento multisensorial)

Estrategias compensatorias
Son maneras para trabajar alrededor de los efectos de la dislexia. Éstas incluyen:

  • Grabar en audio las lecciones del aula, las tareas, y los textos
  • Utilizar tarjetas de memoria
  • Sentarse al frente del salón de clases
  • Usar una computadora con corrector de ortografía y gramática
  • Recibir más tiempo para completar las tareas o las pruebas

Preguntas
frecuentes

  1. ¿Es la dislexia una enfermedad?

La dislexia no es considerada una enfermedad, porque no se incluye entre las enfermedades codificadas en los manuales diagnósticos y porque la habilidad para la lectura tiene una distribución continua en la población. El límite entre dislexia y no dislexia es simplemente arbitrario o estadístico, pero no categórico.

  1. ¿Padecer dislexia es sinónimo de menos inteligencia?

A pesar de las dificultades en el aprendizaje, el padecer dislexia no significa que la inteligencia de los niños esté por debajo del promedio normal. De hecho, muchas personas con esta condición son muy brillantes; sin embargo, hay que tomar en cuenta que los niños que viven con dislexia deben tener una atención mayor por parte de sus padres, tutores y maestros.

  1. ¿Por qué es importante la detección temprana de la dislexia?

La detección temprana de la dislexia es importante debido a que un especialista calificado puede diseñar cuanto antes un tratamiento enfocado a tu hijo, a fin de que tenga un mejor rendimiento académico y un desarrollo intelectual óptimo.

  1. ¿Las personas con dislexia pueden desarrollarse a plenitud en la edad adulta?

Una persona con este trastorno es perfectamente capaz de desarrollar su potencial, convirtiéndose en lo que desee durante su edad adulta, pero necesita de constancia y apoyo extra para salir adelante, así como del apoyo de las personas que la rodean. Los niños con dislexia son personas creativas e inteligentes.

Cabe agregar que existen muchas personas con la discapacidad que han concretado grandes logros. Entre ellas destacan personajes como Thomas A. Edison (inventor y pionero de las bases tecnológicas del mundo contemporáneo), Steven Spielberg (prolífico director, guionista y productor de cine de Hollywood) y F. Scott Fitzgerald (afamado novelista estadounidense), por mencionar algunos.

  1. ¿Las personas con dislexia tienen menos posibilidades de tener hijos?

En cuanto al aspecto biológico evolutivo, la selección natural no ha actuado sobre los genes vinculados a la dislexia, por lo que estas personas no tienen menos oportunidades reproductivas que el resto de la población. Si las personas con dislexia han sido desfavorecidas como individuos, solo se debe a su contextualización negativa dentro de las sociedades modernas.

Los síntomas de este trastorno pueden ser leves, medios o severos. Estos incluyen dificultades para:

  • Aprender a hablar
  • Aprender a leer y escribir al nivel correspondiente a su edad
  • Organizar la lengua escrita y hablada
  • Aprender las letras y los sonidos
  • Aprender los números
  • Deletrear
  • Aprender una lengua extranjera
  • Resolver correctamente problemas matemáticos

Dichos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones y problemas de salud, por lo que si tú o tu hijo experimentan cualquiera de ellos es importante acudir al médico o pediatra.

Para el diagnóstico de la dislexia es fundamental la participación tanto de los padres como de los profesores. Los últimos son los que más oportunidades tienen de detectar cualquier señal de que el niño presenta una dificultad y, por ende, de poner sobre aviso a la familia de manera oportuna. Una vez que se sospeche la existencia de este padecimiento, deberán acudir con un experto en trastornos del aprendizaje, ya sea un psicólogo escolar, un especialista en aprendizaje, o un neurólogo (médico especializado en el sistema nervioso) a fin de iniciar un tratamiento, previamente descartando otros factores, figurando entre los principales:

  • Visión defectuosa.
  • Audición deficiente.
  • Lesiones cerebrales no diagnosticadas.
  • Coeficiente intelectual inferior a lo normal.
  • Trastornos emocionales.
  • Presencia de alguna otra patología que influya en el aprendizaje (dolores o malestar que disminuyan la capacidad de concentración).
  • Métodos educativos inadecuados.

También se recomienda ampliamente una entrevista con la familia, ya que esto permitirá valorar las condiciones del entorno del niño y su posible influencia en los síntomas observados (embarazo complicado, nivel socio-cultural, clima afectivo, etc).

Una vez descartada la presencia de otras anomalías, se procede a evaluar las características de la enfermedad a través de diversos test y pruebas para su diagnóstico. Para ello, es conveniente que tu pediatra te derive a un especialista en logopedia (también llamada fonoaudiología) que realice dichas pruebas. Las más utilizadas son:

  • Test de Frostig: se emplea en niños de cuatro a siete años. Este test se realiza para estudiar el desarrollo de la percepción visual. Evalúa la coordinación visual-motora, las relaciones espaciales, etc.
  • Test de análisis de lectura y escritura: son varias pruebas que detectan los métodos de lectura y escritura del niño, así como los mecanismos que no están funcionando correctamente. Los test de lectura se aplican en niños de menor edad que los test de escritura.
  • Test de comprensión lectora: se aplica en niños de seis o siete años, permitiendo evaluar su nivel de comprensión a la hora de descifrar un texto.

Asimismo, existe la posibilidad de evaluar deficiencias en la capacidad psicomotriz del niño mediante los siguientes exámenes:

– Test de estructuras rítmicas de Mira-Stambak: creado para diagnosticar la percepción temporal. Consiste en evaluar la capacidad del niño para crear un ritmo de manera espontánea, para reproducir un ritmo creado por otra persona, y para comprender las estructuras y simbolismo del mismo.
– Pruebas de dominancia lateral: están basadas en estudios de movilidad y flexibilidad de los músculos, así como en pruebas de ejecución de órdenes, p. ej. repartir cartas, saltar sobre un pie, etc.

La dislexia es provocada por causas neurobiológicas (las relacionadas con la formación del cerebro y su funcionamiento) y genéticas (transmitidas por herencia).

Cabe destacar que los genes vinculados a la dislexia no son genes con una anomalía específica, sino que forman parte de las variantes genéticas presentes en la población general. Esto significa que NO existe ‘el gen’ de la dislexia, sino que las personas con la condición presentan una combinación genética que determina la poca habilidad lectora, del mismo modo que otra combinación genética puede determinar una dificultad para cantar, bailar o tocar el violín.

Asimismo, los trastornos específicos como la dislexia comparten características determinadas:

  • Sus síntomas no difieren cualitativamente de los rasgos normales que se pueden apreciar en cualquier individuo. Por ello, los límites entre trastorno y normalidad son muy imprecisos.
  • No existen marcadores biológicos que permitan confirmar o excluir un diagnóstico.
  • La presencia de otros trastornos, como déficit de atención por hiperactividad (TDAH), es común. Las formas puras de determinado trastorno suelen ser más la excepción que la regla.
  • La expresividad del problema está modulada por el entorno. Esto significa que existen factores incontrolables como el medio ambiente y el ámbito social, por mencionar algunos, que ejercen una influencia directa en la manifestación del padecimiento.

Al ser la dislexia una condición neurológica ocasionada por una alteración en las conexiones del cerebro, no puede prevenirse y no tiene cura, y las personas que la padecen deben aprender diversas estrategias para afrontarla.

Investigaciones indican que la dislexia no posee relación alguna con la inteligencia. Los individuos con esta condición no son ni más ni menos inteligentes que la población general, pero algunos dicen que la manera en la que piensan los individuos con dislexia de hecho podría ser una ventaja en alcanzar el éxito.

En las escuelas públicas, donde muchos profesores no están familiarizados con la condición, los estudiantes con dislexia podrían ser considerados como tontos o perezosos. Por ello, los padres que tienen hijos con el trastorno deben buscar instrucción especializada en lectura, la cual se basa en el conocimiento explícito y sistemático de la estructura del lenguaje, incluyendo la fonética. Este método de instrucción en la lectura recibe muchas denominaciones: Alfabetización Estructurada, Orton-Gillingham, Simultánea Multisensorial, Fonética Explícita, entre otras.

La mayoría de las personas con dislexia necesitan ayuda de un tutor u otro profesional entrenado. Es muy importante hablar con el médico y el especialista en aprendizaje sobre cuál es el mejor plan de tratamiento para ti o tu hijo. Las opciones de tratamiento incluyen:

Remediación
La remediación es una forma de enseñanza que ayuda a las personas con dislexia a aprender habilidades para el lenguaje. Ésta utiliza los siguientes conceptos:

  • Enseñar pequeñas cantidades de información paso por paso
  • Enseñar los mismos conceptos varias veces—un concepto conocido como sobre-enseñanza
  • Utilizar todos los sentidos—oído, visión, voz y tacto—para potenciar el aprendizaje (reforzamiento multisensorial)

Estrategias compensatorias
Son maneras para trabajar alrededor de los efectos de la dislexia. Éstas incluyen:

  • Grabar en audio las lecciones del aula, las tareas, y los textos
  • Utilizar tarjetas de memoria
  • Sentarse al frente del salón de clases
  • Usar una computadora con corrector de ortografía y gramática
  • Recibir más tiempo para completar las tareas o las pruebas

  1. ¿Es la dislexia una enfermedad?

La dislexia no es considerada una enfermedad, porque no se incluye entre las enfermedades codificadas en los manuales diagnósticos y porque la habilidad para la lectura tiene una distribución continua en la población. El límite entre dislexia y no dislexia es simplemente arbitrario o estadístico, pero no categórico.

  1. ¿Padecer dislexia es sinónimo de menos inteligencia?

A pesar de las dificultades en el aprendizaje, el padecer dislexia no significa que la inteligencia de los niños esté por debajo del promedio normal. De hecho, muchas personas con esta condición son muy brillantes; sin embargo, hay que tomar en cuenta que los niños que viven con dislexia deben tener una atención mayor por parte de sus padres, tutores y maestros.

  1. ¿Por qué es importante la detección temprana de la dislexia?

La detección temprana de la dislexia es importante debido a que un especialista calificado puede diseñar cuanto antes un tratamiento enfocado a tu hijo, a fin de que tenga un mejor rendimiento académico y un desarrollo intelectual óptimo.

  1. ¿Las personas con dislexia pueden desarrollarse a plenitud en la edad adulta?

Una persona con este trastorno es perfectamente capaz de desarrollar su potencial, convirtiéndose en lo que desee durante su edad adulta, pero necesita de constancia y apoyo extra para salir adelante, así como del apoyo de las personas que la rodean. Los niños con dislexia son personas creativas e inteligentes.

Cabe agregar que existen muchas personas con la discapacidad que han concretado grandes logros. Entre ellas destacan personajes como Thomas A. Edison (inventor y pionero de las bases tecnológicas del mundo contemporáneo), Steven Spielberg (prolífico director, guionista y productor de cine de Hollywood) y F. Scott Fitzgerald (afamado novelista estadounidense), por mencionar algunos.

  1. ¿Las personas con dislexia tienen menos posibilidades de tener hijos?

En cuanto al aspecto biológico evolutivo, la selección natural no ha actuado sobre los genes vinculados a la dislexia, por lo que estas personas no tienen menos oportunidades reproductivas que el resto de la población. Si las personas con dislexia han sido desfavorecidas como individuos, solo se debe a su contextualización negativa dentro de las sociedades modernas.

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