La dislexia afecta a uno de cada diez individuos. De ellos, una gran cantidad permanece sin diagnosis, por lo que reciben poca o nula atención para ser intervenidos. Para algunos individuos que nunca han sido diagnosticados, la dislexia es una discapacidad escondida y silente que podría desembocar en el subempleo, dificultad para desenvolverse en ambientes académicos, dificultad en el trabajo, y una disminución en la auto confianza. Incluso aquellos que han sido diagnosticados tienden a batallar con la lectura o la escritura en algunos aspectos de sus vidas. La dislexia es un desorden de lectura específico y no refleja una menor inteligencia. Existen muchas personas brillantes y creativas que padecen dislexia, quienes nunca aprendieron a leer, escribir ni/o deletrear a un nivel consistente con su habilidad intelectual.