Corazón, Diabetes, Obesidad y nutrición
Hasta hace poco muchos especialistas coincidían en que si bien no es lo ideal, las personas con sobrepeso pero normales en otros aspectos no tenían un riesgo más alto que los demás de padecer alguna enfermedad del corazón. Pero un estudio reciente surgiere que unos kilos de más podrían ser riesgosos por sí solos si necesidad de combinarse con otros factores para desarrollar el síndrome metabólico.
El síndrome metabólico es un grupo de condiciones vinculadas con padecimientos cardíacos. Entre estas condiciones se encuentran la obesidad abdominal, es decir un perímetro de la cintura superior a lo normal (el criterio puede variar dependiendo de cada institución, la Asociación Americana de Salud señala que en hombres esto es superior a los 102 cm y en mujeres a los 88 cm); presión sanguínea alta; presencia alta de triglicéridos; baja presencia de colesterol “bueno”; y diabetes.
A pesar de que esas condiciones están estrechamente relacionadas con el peso, algunos investigadores piensan que es el síndrome metabólico y no el peso en sí mismo lo que provoca las enfermedades del corazón. “Ha habido mucha literatura sobre el tema en los último años, de que solamente los que tienen síndrome metabólico están en riesgo”, señala el doctor Børge G. Nordestgaard, de autor de la nueva investigación.
Nordestgaard y el doctor Mette Thomsen, de la Universidad de Copenhagen, realizaron este estudio con 71527 personas sin ningún problema cardíaco y descubrieron que la se trata de un asunto más complicado. Los investigadores midieron, pesaron y chequearon a los participantes para valorar los cinco componentes del síndrome metabólico. Se considera que alguien padece síndrome metabólico cuando presenta al menos tres de las cinco condiciones.
Al iniciar la investigación, el 44% de los participantes reportaron un peso normal, 40% sobrepeso y el 16% obesidad. El rango de síndrome metabólico fluctuó entre uno en diez entre la gente con peso normal hasta casi dos terceras partes en quienes padecían obesidad.
Durante los siguientes cuatro años, del total de participantes 634 sufrieron un ataque al corazón y 1781 más fueron diagnosticados con enfermedad cardiaca. Los investigadores descubrieron que las probabilidades de infarto se incrementaron en la gente que aumentó de peso, hubieran desarrollado o no el síndrome metabólico.
La gente que padecía obesidad, sin presentar síndrome metabólico, mostraron una tendencia de casi el doble presentar sufrir un ataque al corazón, esto frente a la gente con peso normal sin síndrome metabólico
Los resultados sugieren que sólo una fracción del aumento de riesgo de padecimientos cardiacos que se observó en las personas con sobrepeso y obesidad podían explicarse por el síndrome metabólico, consideraron los investigadores en la publicación JAMA de Medicina Interna. “Podrían haber otros factores en la obesidad y el sobrepeso que también contribuyen, como la inflamación, por ejemplo”, señaló Nordestgaard.
Al respecto, el investigador advirtió que “no estoy diciendo que los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular no son importantes”. La presión de la sangre y el colesterol contribuyen a que una persona tenga más probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca, dijo. Pero, el síndrome metabólico, que algunos médicos colocan como la línea divisoria, podría no ser el factor crítico en el tema, explicó.
Por su parte, el doctor Meir J. Stampfer, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, escribe en la nota que acompaña al estudio que “el clasificar a alguien por si tiene o no tiene síndrome metabólico, como si fuera una variable de sí/no, no es muy útil clínicamente y tampoco tiene mucho sentido biológicamente”.
La idea de que la gente no está en riesgo hasta que entran en el criterio de síndrome metabólico es equivocada, señala el médico.
Nordestgaard recomienda que las personas que sufren sobrepeso piensen sobre su dieta y realicen más ejercicio para evitar problemas en el futuro con su corazón, «cualquier sobrepeso u obesidad los coloca en un mayor riesgo de enfermedad de corazón”.
Vía: JAMA, Reuters