miedoEn un estudio con ratones realizado por investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, se ha descubierto que ciertos temores – al dolor físico, a miembros agresivos de la misma especie y a depredadores – activan diferentes circuitos del cerebro, a pesar de que los ratones reaccionaron ante las diferentes amenazas de forma idéntica.

Los resultados del estudio, que los investigadores dicen que podría ayudar a los humanos con las fobias y ataques de pánico, fueron publicados en la revista Nature Neuroscience.

Bianca Silva trabajó con sus colegas para llevar a cabo la investigación en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Italia, en donde se expuso a los ratones a tres amenazas:

  • Otro ratón agresivo.
  • Una rata depredadora.
  • Una descarga eléctrica suave en los pies.

En todos los casos, los ratones mostraron ante las amenazas reacciones consistentes como correr o quedarse congeladas. Sin embargo, los científicos monitorearon la actividad cerebral de los ratones y encontraron que sus cerebros mostraron ciertas diferencias.

Una región del cerebro llamada hipotálamo ventromedial (HVM) registró diferentes partes que se “encendían”, dependiendo de la amenaza en cuestión. Los investigadores dicen que esta región del cerebro está «implicada en la alimentación, el sexo y la agresión«.

Cuando los ratones se enfrentaron con otro ratón agresivo, la parte inferior y los lados del HVM se activaron. Sin embargo, cuando se enfrentaron a los depredadores (rata), las zonas central y superior del HVM fueron las que registraron actividad. Cuando los investigadores bloquearon con fármacos la zona “miedo rata”, los ratones dejaron de tener miedo al depredador pero seguían mostrando temor al ratón. Según los investigadores, esto demuestra que los ratones confían este circuito del cerebro para procesar el miedo depredador.

Encontramos que parece haber un circuito que maneja el miedo a los depredadores -que ha sido descrito de manera anatómica como un tipo de circuito de defensa- pero el miedo a los miembros de su misma especie utiliza en cambio el circuito reproductivo”, señaló Silva, y agregó “el miedo al dolor pasa a través de otra parte del cerebro”.

Estos descubrimientos podrían servir para tratar fobias o ataques de pánico. Según el equipo de investigadores, el cerebro humano tiene circuitos similares a los hallados en los ratones. Ya que experimentamos una amplia variedad de temores, estos hallazgos podrían ayudar a los científicos a desarrollar tratamientos simplemente apuntando a la «región relevante» del cerebro.

Los investigadores buscan profundizar en la forma de cómo estos temores trabajan en el cerebro. Cornelio Gross, líder de este estudio, señala que su equipo está interesado en saber si los resultados representan un estado mental. De ser así, señala: “Los ratones deben ser capaces de estar en ese estado sin expresarlo en su comportamiento. ¿Son capaces de revivir el dolor, por ejemplo?»

Gross destacó que «estos hallazgos sugieren que los fármacos que inhiben el circuito depredador podrían bloquear el miedo asociado con amenazas parecidas o su recuerdo en los humanos -los monstruos en nuestros sueños o vehículos militares amenazadores-, mientras que los fármacos que inhiben el circuito reproductivo podrían bloquear miedos asociados con el ámbito social, como el miedo a hablar en público que se amplifica en personas con desórdenes de ansiedad como la fobia social”.

 

Vía: Nature Neuroscience, Medical News Today