¿Sabías que el término higiene se deriva del griego hygieinê que significa sano? La higiene abarca una serie de prácticas que incluyen tanto los hábitos personales como los ambientales, y juega un papel crucial en la preservación de la salud y la prevención de enfermedades. 

Desde la antigüedad, se ha reconocido que mantener una buena higiene es esencial para el bienestar físico y mental.

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¿Cuál es la importancia de la higiene para la salud?

Cada día, nuestro cuerpo está expuesto a millones de gérmenes y virus presentes en el entorno. Los buenos hábitos no sólo nos ayudan a mantenernos limpios, sino también desempeñan un papel vital en la prevención de enfermedades. Además, contribuyen a nuestra autoestima y nos hacen sentir bien con nosotros mismos.

Mantener una buena higiene personal es fundamental para prevenir enfermedades y promover el bienestar. Algunos consejos básicos incluyen lavarse las manos regularmente con agua y jabón, bañarse diariamente, cepillarse los dientes, mantener las uñas cortas y limpias, usar cubrebocas y practicar la etiqueta respiratoria al estornudar o toser.

En cuanto a la higiene ambiental y comunitaria, los espacios públicos y las comunidades deben mantenerse limpios para proteger la salud de todos. Cuidar el agua, clasificar la basura, conservar el entorno limpio y evitar incendios forestales son algunas de las medidas importantes que podemos tomar para mejorar la higiene ambiental y comunitaria.

Por otro lado, una casa limpia y ordenada es fundamental para prevenir la propagación de enfermedades. Barrer diariamente, sacudir y tender las camas, mantener la cocina limpia, bañar a las mascotas y conservar los espacios exteriores limpios son algunas de las prácticas clave para mantener la limpieza en el hogar.

¿Qué hay de la higiene de los alimentos?

La higiene en la preparación y manipulación de alimentos también es crucial para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. Lavado adecuado de frutas y verduras, separación de alimentos crudos y cocidos, almacenamiento adecuado y cocción completa son medidas importantes que debemos seguir para garantizar la seguridad alimentaria.

Al incorporar estas prácticas en nuestra vida diaria, estamos invirtiendo en nuestro propio cuidado y en el de quienes nos rodean. La higiene es una parte fundamental de un estilo de vida saludable, así que cuida de ti mismo y de tu entorno, ¡tu salud lo agradecerá!

 

Fuente: Secretaría de Salud