malas noticiasLamentablemente, todos los días ocurren tragedias alrededor del mundo y es inevitable que los niños se enteren de las malas noticias, debido al acceso a gran diversidad de dispositivos electrónicos.

Por lo regular, los padres no están seguros si hablarle a sus hijos sobre temas delicados o cómo hacerlo.

La Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en ingles) exhorta a padres y maestros a que filtren este tipo de información y la presenten de tal manera que el niño la pueda asimilar y enfrentar.

Independientemente de la edad, se recomienda iniciar preguntándole al niño qué es lo que ha escuchado al respecto. Una vez que responda, la cuestión siguiente sería si tiene alguna pregunta al respecto.

Los niños mayores y adolescentes podrían hacer más preguntas y pedir información adicional. Ante esto, lo mejor es mantener un diálogo simple y directo.

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A continuación te damos algunos consejos al abordar un tema delicado con tu hijo.

  1. Comunícale algunos datos y evita la información gráfica.
  2. Aléjalos de la televisión, redes sociales, computadoras y todo aquello que pueda mostrarles algo impactante —esto dependerá de la edad del niño—.
  3. Si el niño es muy pequeño (4 años), basta con decir: «Algo ocurrió en un pueblo lejano y algunas personas resultaron heridas».
  4. Si el niño tiene de 8 a 12 años, puedes decirle: «Sí, en la Ciudad-Estado ocurrió un desastre y mucha gente resultó herida. La policía y el gobierno están desempeñando su labor para tratar de asegurarse de que esto no vuelva a ocurrir».
  5. En caso de que el niño sufra el trastorno del espectro autista (TEA) debes preguntarte: «Conociendo a mi hijo, su personalidad, su temperamento y sus destrezas del desarrollo ¿qué podría resultar mejor para él?».

En caso de que niños pequeños tengan acceso a información fuerte y no apta para su edad, deberás detectar si ésta lo dañó de alguna manera. Algunas señales pueden ser:

  • Problemas para dormir.
  • Quejas de tipo físico.
  • Cambios en el comportamiento.
  • Problemas emocionales.

En tal caso, habla con el pediatra de tu hijo o busca la ayuda de un asesor de la salud mental.

 

Vía: Healthy Children.org