Los trastornos de los glóbulos blancos se presentan cuando hay demasiados o muy pocos glóbulos blancos. Estas células, también conocidos como leucocitos, son uno de los tres tipos de células que componen la sangre. Se producen en la médula ósea y desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico.

Un trastorno se refiere a cualquier condición que interrumpe el funcionamiento normal del cuerpo. Los trastornos de los glóbulos blancos se clasifican en trastornos cuantitativos o cualitativos. Los primeros significan que las células normales aparecen en cantidades anormales; los segundos significan que las propias células han cambiado.

Tales trastornos se manifiestan de maneras que incluyen:

  • Leucopenia: disminución de los glóbulos blancos, que puede deberse a la destrucción de las células o a que no se producen suficientes células.
  • Leucocitosis: aumento de los glóbulos blancos, que puede ser una respuesta normal del sistema inmunológico pero también causada por ciertas enfermedades cancerosas o no cancerosas.

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Asimismo, existen cinco tipos principales de glóbulos blancos, cada uno de los cuales realiza una función específica:

  • Monocitos: defensores de primera línea que atacan cualquier cosa que el sistema inmunológico considere anormal.
  • Linfocitos: células sanguíneas que producen proteínas inmunes llamadas anticuerpos que atacan y combaten organismos específicos causantes de enfermedades.
  • Neutrófilos: células sanguíneas que combaten principalmente las infecciones bacterianas.
  • Eosinófilos: células sanguíneas que combaten principalmente las infecciones parasitarias.
  • Basófilos: células sanguíneas que ayudan a desencadenar la inflamación para combatir infecciones, enfermedades o toxinas.

Algunas enfermedades sólo afectan a un tipo de glóbulo blanco, mientras que otras afectan a muchos. Por ejemplo, la leucocitosis linfocítica solo afecta a los linfocitos, mientras que la leucocitosis neutrofílica solo afecta a los neutrófilos. El tipo de células afectadas permite ayudar a los médicos a determinar qué tipo de afección están tratando.

 

Fuente: Very Well Health