La fracturas de huesos pueden producirse por golpes directos o caídas. Algunas señales o síntomas para detectarlas son: dolor intenso, hinchazón, sensibilidad, hematomas, deformidad aparente, rigidez o incapacidad de movimiento y entumecimiento del área afectada.

Es importante tratar la fractura tan pronto como sea posible. De lo contrario, los huesos podrían soldarse en la alineación incorrecta, lo que podría afectar la capacidad para realizar actividades cotidianas. A decir de especialistas de Mayo Clinic, el tratamiento oportuno también es esencial para minimizar el dolor y la rigidez.

Factores de riesgo y complicaciones

El riesgo de sufrir una fractura aumenta al practicar deportes intensos, como el fútbol americano, el rugby o el hockey. La osteoporosis también es un factor de riesgo.

Desafortunadamente, existen complicaciones que pueden aparecer luego de una fractura, como:

  • Rigidez, dolor o discapacidad continuos. Estas molestias suelen desaparecer tras retirar el yeso o después de la cirugía. Sin embargo, algunas personas tienen rigidez o dolor de forma permanente.
  • Osteoartritis. Las fracturas que se extienden dentro de una articulación pueden causar artritis años más tarde.
  • Daño a los nervios o vasos sanguíneos. El traumatismo puede lesionar nervios y vasos sanguíneos adyacentes.

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Prevención

Si bien es imposible prevenir los acontecimientos imprevistos que a menudo provocan una fractura, puedes fortalecer tus huesos con ayuda de ciertos hábitos, como llevar una alimentación rica en calcio y hacer ejercicio de fuerza o resistencia.

Si tienes dudas sobre tu salud ósea, visita a un profesional de la salud.

 

Fuente: Mayo Clinic