El hielo puede ayudar a disminuir el dolor, la hinchazón y la inflamación que pueden resultar de una lesión y de algunas afecciones como la artritis. Y el masaje con hielo es una forma rápida y fácil de obtener los beneficios antes mencionados, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.

Conoce más: Antojo de hielo, ¿síntoma de anemia?

Puedes usar un cubito de hielo, pero es más fácil utilizar un «vaso de hielo» para realizar el masaje. A continuación te mencionamos los pasos a seguir, tanto para preparar como para aplicar el hielo:

  1. Para preparar una vaso de hielo, llena con agua un vaso pequeño de cartón o de unicel a unos dos tercios de su capacidad y mételo al congelador hasta que el líquido esté sólido.
  2. Para usar el vaso de hielo, retira la parte superior del mismo para que se vean aproximadamente 1.3 cm de hielo. La parte restante del vaso es para que lo sujetes.
  3. A medida que el hielo se derrita, goteará, así que coloca una toalla pequeña debajo del área donde vayas a aplicar el hielo.
  4. Frota el hielo en pequeños círculos por toda la zona afectada. Evita las áreas donde el hueso está cerca de la piel, como por ejemplo justo encima de la rótula, la punta del codo o la columna. Algunas personas también encuentran que es más cómodo colocar una barrera contra la humedad (como un pedazo de una bolsa de plástico) sobre el área, para que el hielo no toque directamente la piel. Para probar esto, sostén el plástico en el área con una mano y frota el hielo sobre este con la otra mano.
  5. Si el hielo se derrite de manera que el material del vaso toca tu piel, retira más del unicel o del cartón.
  6. Continúa durante unos 7 a 10 minutos. El área se sentirá fría al principio, luego puede arder, luego doler y finalmente adormecerse. Tu piel estará rosada y fría cuando termines.

RECUERDA: Puedes hacer un masaje con hielo varias veces al día si sientes que te ayuda. Sin embargo, consulta a tu médico antes de realizar este tipo de masaje, ya que podría recomendarte otro tratamiento que se adecúe mejor a tu estado de salud.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health