La artritis séptica es una infección dolorosa en una articulación que puede deberse a gérmenes que viajan a través del torrente sanguíneo desde otra parte del cuerpo, así lo señala la Clínica Mayo, en Estados Unidos. La condición también puede presentarse cuando una lesión penetrante, como la mordedura de un animal o un golpe fuerte, envía gérmenes directamente hacia la articulación.

Los bebés y los adultos mayores son más propensos a desarrollar artritis séptica. Las personas que cuentan con articulaciones artificiales también corren el riesgo de sufrirla. Las rodillas son las que más se ven afectadas, pero la artritis séptica también puede afectar las caderas, los hombros y otras articulaciones. La infección puede dañar rápida y gravemente el cartílago y el hueso dentro de la articulación, por lo que es fundamental recibir tratamiento a la brevedad.

El tratamiento consiste en drenar la articulación con una aguja o durante una cirugía. Usualmente, el médico recetará antibióticos.

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A continuación te mencionamos los factores de riesgo para desarrollar artritis séptica:

  1. Problemas articulares existentes. Las enfermedades y condiciones crónicas que afectan las articulaciones, como la osteoartritis, la gota, la artritis reumatoide o el lupus, pueden aumentar el riesgo de artritis séptica, al igual que una cirugía articular previa y una lesión articular.
  2. Tener una articulación artificial. Durante una cirugía de reemplazo articular, las bacterias pueden ingresar a la articulación; o una articulación artificial puede infectarse si los gérmenes viajan hacia la misma desde un área diferente del cuerpo a través del torrente sanguíneo.
  3. Tomar medicamentos para la artritis reumatoide. Las personas con artritis reumatoide poseen un mayor riesgo debido a los medicamentos que toman, ya que pueden suprimir el sistema inmunológico, aumentando la probabilidad de que se presenten infecciones. Es difícil diagnosticar la artritis séptica en personas con artritis reumatoide debido a que muchos de los signos y síntomas son similares.
  4. Fragilidad de la piel. La piel que se rompe con facilidad y cicatriza mal puede facilitar el acceso de las bacterias en tu cuerpo. Los problemas de la piel, como la psoriasis y el eccema, aumentan el riesgo de artritis séptica, al igual que las heridas cutáneas que están infectadas. Las personas que se inyectan sustancias ilegales también suelen tener un mayor riesgo de infección en el sitio de la inyección.
  5. Sistema inmunológico débil. Las personas con un sistema inmunológico débil poseen un mayor riesgo de artritis séptica. Esto incluye a las personas con diabetes, problemas renales y del hígado, así como a aquellas que toman medicamentos que inhiben su sistema inmune.
  6. Traumatismo articular. Las mordeduras de animales, las heridas punzantes o las cortadas en una articulación pueden ponerte en riesgo de sufrir artritis séptica.

 

Fuente: Mayo Clinic