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Alrededor del 5 por ciento de los niños y el 4 por ciento de los adultos sufren alergia a ciertos alimentos, pero muchos más están sometiéndose a exámenes innecesarios.

Las pruebas específicas de sangre y punción cutánea pueden ayudar a detectar alergias a los alimentos. Pero el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos sólo las recomienda para personas que han tenido reacciones alérgicas inmediatas, padecen cierto tipo de inflamación del esófago o tienen dermatitis atópica moderada a grave, que aparece como una erupción en la piel.

Las pruebas no están justificadas para afecciones como fiebre del heno, dermatitis leve y urticaria que no tienen una causa aparente.

Si sospechas que tú o alguien de tu familia tiene una alergia alimentaria, debes mantener un registro con estos detalles sobre cada alimento en cuestión:

  • ¿Cuántos minutos después de comer la comida comenzaron los síntomas?
  • ¿Qué cantidad de comida comiste antes de que comenzaran los síntomas?
  • ¿Has comido esta comida antes y has tenido una reacción?
  • ¿Siempre tienes una reacción con ciertos alimentos?
  • ¿Tomar medicamentos para la alergia, como un antihistamínico, alivia los síntomas?

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También es fundamental que conozcas los alérgenos alimentarios más comunes:

  • Huevos.
  • Leche.
  • Cacahuates.
  • Nueces de árbol.
  • Trigo.
  • Mariscos.
  • Pescado.
  • Soja.

Ten en cuenta que la única manera de diagnosticar de manera concluyente una alergia alimentaria es probar los alimentos en cuestión, lo que podría ponerte en riesgo de una reacción alérgica grave. Por lo tanto, debes hacerlo con un profesional de la salud con experiencia.

Las alergias mal diagnosticadas pueden conducir a deficiencias nutricionales, ansiedad y altos gastos médicos. Así que habla con tu médico acerca de otras opciones, como mantener un registro de los alimentos que consumes, antes de comenzar el proceso de prueba.

Cuando los investigadores evaluaron a personas que se sometieron a la prueba en una clínica, sólo un tercio tenía un historial médico que sugería que la prueba de alergia a los alimentos estaba justificada, pero casi la mitad ya estaba evitando ciertos alimentos. Cuando los pacientes fueron examinados más de cerca, casi el 90 por ciento de los que evitaron algunos alimentos pudieron regresar al menos uno de ellos a su dieta.

 

Vía: Health Day News