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bebe-comiendo.2Entre el primer y segundo año de vida, es posible que tu hijo no tenga tanto apetito como antes, ya que el crecimiento se desacelera a esta edad. Sigue brindándole una dieta equilibrada que contenga alimentos saludables, que apoyen a tu niño principalmente en sus momentos de actividad. El pequeño debe continuar aprendiendo a comer y a beber sin ayuda durante esta etapa. Esto significa una transición del biberón a una taza, y de comer con las manos a comer con utensilios.

Si aún estás amamantando, puede seguir haciéndolo durante tanto tiempo como tú y tu hijo lo deseen. Además, tu niño debe tener tres comidas e ingerir de dos a tres bocadillos por día. Evita ofrecerle demasiadas opciones de alimentos u horarios de comidas, ya que esto puede frustrarlo y volverlo quisquilloso para comer.

Desarrolla un programa que incluya horarios regulares para comer en familia. Tu hijo puede aprender a comer observando a otros. Esto también le permite pasar tiempo en familia.

Si bien cada niño es distinto, las recomendaciones básicas de nutrición diaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos incluyen lo siguiente:

  • 1 taza de frutas, como jugo de frutas completamente natural, ½ plátano o de 4 a 5 fresas.
  • 1 taza de verduras, como ½ taza de verduras cortadas en trozos, ½ taza jugo de verduras o 1 mazorca de maíz.
  • 85 g de alimentos del grupo de los granos, como 1 rebanada de pan, 1 taza de cereal o ½ taza de arroz.
  • 56 g de alimentos del grupo de las proteínas, como 28 g de carne cocida, 1 huevo o ¼ taza de frijoles cocidos.
  • 2 tazas de alimentos del grupo de los lácteos, como ½ taza de leche, 113 g de yogur o 1 tira de queso.

Ten paciencia con tu hijo cuando pruebe nuevos alimentos. Es posible que debas intentar varias veces hasta que pruebe un nuevo alimento. Nunca obligues a tu hijo a comer.

Deja que el niño decida cuánto comer, y no lo obligues a comer hasta que el plato esté vacío.

 

Vía: Woman’s Hospital