A muchos de nosotros nos ha pasado, un día nos miramos al espejo y vemos que no todo está donde debe estar: la dieta desordenada y la falta de actividad física nos ha pasado factura, nuestro peso no es, ni por mucho, el que debiera ser. Vemos esas pequeñas (o enormes) llantitas alrededor de nuestra cintura, y después de entrar en pánico y en depresión nos preguntamos: ¿cómo me pongo en forma? Lo primero que se nos ocurre es poner en marcha una rutina de ejercicios digna de un campeón olímpico.

Por supuesto, nuestra decisión y disciplina van en picada y a los pocos días nuevamente estamos sentados en el sillón, comiendo alguna golosina, viendo televisión. Necesitaremos otro encuentro con el espejo y que la ropa ya no nos quede para entrar en pánico de nuevo, llevando a que iniciemos un plan de contingencia que durará solo unos días.

Entonces, ¿cómo hacemos para perder peso de manera efectiva y mantenernos así? Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins y publicado en la revista Patient Education and Counseling, descubrió un factor clave que parece ser decisivo: Buscar a un médico especializado en obesidad y nutrición con el cual el paciente tenga una buena relación, así de sencillo.

¿Cómo se concretó la investigación?

El estudio evaluó a 347 personas con obesidad, que durante dos años trabajaron con entrenadores y bajo supervisión médica. A estos pacientes se les preguntó cómo evaluaban la periodicidad y la claridad con la que sus médicos les explicaban las cosas, con qué atención escuchaban estas explicaciones, cuánto respeto tenían hacia sus doctores y de cuánta utilidad les era la ayuda médica durante el tratamiento.

De esta forma,  los investigadores hallaron que los pacientes que calificaron a sus doctores como “de gran ayuda” presentaron una disminución de peso promedio de 5 kilos, mientras que los pacientes que calificaron a sus médicos como de “baja ayuda” presentaron un promedio de pérdida de peso de 2 kilos 300 gramos.

Consideraciones importantes

Según la investigadora y autora del trabajo Wendy L. Bennett, “incorporar a médicos en programas futuros podría llevar a los pacientes a una pérdida de peso más existosa”.

Aunque faltan estudios alrededor del tema, es un hecho que la asesoría médica puede jugar un papel crucial en la pérdida de peso. Por ello, la próxima vez que decidas ponerte en forma, evita los retos poco realistas y las dietas extremas, y mejor acércate a un especialista que te explique qué es lo mejor para tu salud y de qué forma puedes lograr un peso saludable, pues te ayudará a estar bien informado y no perderás la motivación.

 

Vía: The Huffington Post