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Mediante un estudio publicado en la revista Neurology, investigadores advirtieron que el aumento de los costos de las pruebas neurológicas podría llevar a que muchas personas dejen de realizárselas.

El trabajo analizó los costos de atención neurológica de más de 3.7 millones de personas en Estados Unidos, a través de una gran base de datos de reclamos de seguros privados.

De esta forma, descubrieron que los costos de bolsillo promedio ajustados a la inflación para las pruebas neurológicas de diagnóstico aumentaron hasta en un 190% durante el período de estudio.

Los costos de bolsillo promedio para las pruebas de electroencefalograma (EEG), que se pueden usar para diagnosticar afecciones como la epilepsia, aumentaron de 39 a 112 dólares (de 775 a 2,227 pesos mexicanos), mientras que los costos aumentaron de 84 a 242 dólares (de 1,670 a 4,813 pesos mexicanos) para las resonancias magnéticas. Los costos de bolsillo por visitas al consultorio se incrementaron de 18 a 52 dólares (360 a 1,034 pesos mexicanos) en promedio.

Tanto para las pruebas como para las visitas al consultorio, los costos de bolsillo representaron una cantidad cada vez mayor del costo total del servicio. Por ejemplo, el costo de una resonancia magnética pagado por los pacientes aumentó de un promedio del 7% al 15% durante el período de estudio.

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«Esta tendencia de aumento en los costos de bolsillo podría ser perjudicial, ya que las personas pueden renunciar a la evaluación de diagnóstico debido a los costos, o aquellas que completan las pruebas de diagnóstico pueden verse en una situación de dificultad financiera antes de que puedan comenzar a tratar su afección o enfermedad», señaló la doctora Chloe Hill, de la Universidad de Michigan y autora del estudio.

«Es más, existe la posibilidad de que, en este momento, los neurólogos y los pacientes no tengan información individualizada disponible sobre los costos de bolsillo para que tomen decisiones informadas sobre cómo usar y recibir esta atención», indicó Hill.

Los investigadores también descubrieron un aumento en los pacientes que pagaron gastos de bolsillo por las pruebas. Por ejemplo, el porcentaje de pacientes que tenían pagos de bolsillo por resonancias magnéticas aumentó del 24% en 2001 al 70% en 2016.

Los costos de bolsillo variaron ampliamente. Para una resonancia magnética en 2016, el monto promedio fue de 103 dólares (2,050 pesos mexicanos), pero fue tan alto como 875 dólares (alrededor de 17,400 pesos mexicanos) para algunos pacientes.

Las personas con planes de salud con deducibles altos fueron más propensas a tener gastos de bolsillo para sus pruebas y a tener gastos de bolsillo más elevados.

Asimismo, la cantidad de pacientes inscritos en planes con deducibles altos aumentó de cero en 2001 a 11% en 2016, según el estudio.

 

Vía: Health Day News