Un estudio de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, señaló que la lactancia materna favorece el desarrollo cerebral de los bebés. El análisis se realizó a través de imágenes cerebrales de resonancia magnética en un grupo de bebés menores de cuatro años de edad.

27LecheMaterna

Los científicos aseguraron que estas imágenes de resonancia magnética- un procedimiento no invasivo que ocupa la resonancia magnética para conseguir datos sobre la estructura y composición del cerebro- fueron obtenidas cuando los niños dormían. Esta técnica permitió notar diferencias entre los bebés amamantados y no amamantados.

De esta manera se detectó que a los 2 años de edad, los niños que fueron amamantados por al menos tres meses tenían un mayor desarrollo cerebral en partes claves del cerebro, en contraste con los niños que consumieron leche de fórmula o por una mezcla de este con leche materna.

El análisis también comprobó que ese mayor desarrollo se acentúa en las zonas cerebrales asociadas al lenguaje, la cognición y la función emocional.

Sean Deoni, director del Advanced Baby Imaging Lab de la Universidad de Brown y autor principal del estudio, afirma que el equipo de investigación descubrió que la diferencia en el desarrollo de la materia blanca corresponde a un 20 y 30% en los menores que tomaron leche materna y los bebés no amamantados. “Me parece asombroso que pueda haber tanta diferencia tan pronto», agrega.

Deoni dice que este es el primer estudio en el que se han conseguido imágenes que vinculan las variaciones cerebrales explicadas con la lactancia materna en niños sanos y bastante pequeños.

Método del estudio

Mediante la técnica de imágenes de resonancia magnética, los científicos revisaron la microestructura de la materia blanca del cerebro, que consiste en un tejido que posee extensas fibras nerviosas y que posibilita la comunicación entre las diferentes partes del cerebro.

Se determinaron las cantidades de mielina, material que ayuda a aislar estas fibras y agiliza las señales eléctricas que transitan por el cerebro.

El equipo de investigación analizó a un total de 133 niños, que tenían entre 10 meses y cuatro años de edad. Todos los menores habían tenido un tiempo gestacional normal y el estatus socioeconómico de sus familias era parecido.

Los niños fueron divididos en tres grupos: los que fueron amamantados exclusivamente durante al menos tres meses, los alimentados por una mezcla de leche materna y de fórmula y, por último, los alimentados solamente con leche de fórmula.

Así, se detectó que de los tres grupos, el primero mostraba en crecimiento más veloz de la materia blanca. Por su parte, el grupo alimentado por la mezcla también mostró un incremento en el desarrollo de esta materia en comparación a los bebés que solo consumieron leche de fórmula. Sin embargo, esta diferencia fue menos acentuada.

Para que tengas más información sobre este tema, te recomendamos que leas el Manual del Primer Año de Vida del portal Clikisalud del Instituto Carlos Slim de la Salud.