Los hombres tienen más riesgo de sufrir cáncer en la piel, ya que generalmente realizan actividades laborales o deportivas al aire libre y no tienen el hábito de aplicarse protectores solares. Así lo afirma Ana Rosa Alvarado Rivas, especialista del Hospital General de Zona 14 del IMSS en Jalisco.
Los deportistas, trabajadores de la construcción, ganaderos, campesinos o conductores del transporte público y todos los hombres que tengan una exposición prolongada a los rayos ultravioleta por la actividad que desempeñan, son más proclives a sufrir un cáncer de piel.
La especialista detalla que existen dos cánceres de piel generados por la exposición al sol: el espino celular y el basocelular. El último aparece con más frecuencia, especialmente en zonas anatómicas que están al descubierto (como la nariz, pómulos y frente).
Generalmente, el cáncer de piel se diagnostica en hombres mayores de 45 años. Los primeros síntomas consisten en la aparición de una especie de granos, que luego se convierten en costras y sangran de forma regular, detalla la experta.
Entre las 10 y 17 horas, los rayos del sol alcanzan su mayor intensidad y afectan en mayor medida a la piel. Por ende, este lapso de exposición es el considerado de más peligro.
Señales de alerta
Debemos estar atentos a la aparición súbita de lunares, ya que en 8 de cada 10 ocasiones, los melanomas se originan fuera de los lunares ya existentes. Por este motivo, es fundamental priorizar la identificación de nuevas manifestaciones pigmentadas.
Por otra parte, también hay que fijarse en los lunares que ya tenemos. Si cambian de manera rápida, ya sea creciendo o variando en su forma o color, tenemos que visitar rápidamente a un especialista.
Para esto, existe un método llamado ABCDE, que permite evaluar los cambios que ha sufrido una lesión pigmentosa. Los criterios son la asimetría, el borde, color, diámetro y evolución.
Tratamiento para el cáncer de piel
Para tratar el cáncer de piel, Alvarado Rivas sostiene que se requiere extirpar la lesión cancerígena lo antes posible. Si el trastorno ya está en una fase avanzada, el paciente tendrá que someterse a otros métodos, como las radiaciones y quimioterapias. Lo mismo se debe hacer con el resto de las enfermedades oncológicas.
