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dieta-mediterraneaCuando pensamos en las culturas mediterráneas, instantáneamente pensamos en un ambiente marítimo y soleado, con comida rica en pescados y frutos, y personas de apariencia saludable. Pero, ¿qué tan real resulta esta imagen que tenemos grabada en nuestra cabeza? Según la investigadora Cecilia Samieri, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia y de la Universidad de Burdeos, ésta imagen es bastante cercana a lo que imaginamos, al menos en lo que al alimento se refiere.

La especialista y su equipo realizaron una investigación entre más de 10 mil mujeres para determinar la relación entre su salud y sus hábitos alimenticios. Lo que halló que que las mujeres de edad mediana que siguen una dieta mediterránea amigable con el corazón pueden vivir más y mejor. “La mujeres con patrones de dieta más sanos en su etapa media de la vida tuvieron 40% más posibilidades de llegar a los 70 años de edad o más”, destacó Samieri, quien realizó el estudio cuando cursaba un postdoctorado en el Hospital Brigham de la Mujer de la Escuela de Medicina de Harvard.

Las mujeres que comen de manera más sana no solamente viven más tiempo y con una mejor calidad de vida. Los resultados de la investigación arrojaron que entre estas mujeres son menores las probabilidades de sufrir algún padecimiento crónico severo, algún impedimento físico, problemas de salud  mental o disminución en sus capacidades intelectuales.

Si bien la investigación no pudo probar el mecanismo causa-efecto entre una mejor dieta y una vida más larga, la doctora Samieri señala que el porcentaje de 40% de mejoría en las perspectivas de salud es un dato sustancial. Aquellas que siguieron de manera cercana una dieta mediterránea llegaron en un mayor porcentaje a una edad más avanzada sin presentar algún padecimiento del corazón, diabetes u otro padecimiento crónico. También tuvieron más posibilidades de entrar en la clasificación de “gente mayor saludable”, más que aquellos que no siguieron de cerca o en manera alguna este tipo de dieta. Sin embargo, la doctora acota que de las participantes el porcentaje clasificado como “gente mayor saludable” en todos los aspectos fue relativamente bajo, del 11 por ciento.

El estudio, que fue publicado en la Revista Anales de Medicina Interna, señala que “la dieta mediterránea está caracterizada por un gran consumo de frutas, vegetales, legumbres, granos enteros y pescado; un consumo bajo de carnes rojas y procesadas; consumo moderado de alcohol; y grandes cantidades de grasas monosaturadas, provenientes en su mayoría de aceite de oliva de los países mediterráneos; y un bajo porcentaje de grasas monosaturadas”.

Samieri explica que si bien el estudio no tocó a los hombres, anteriormente otras investigaciones sobre la dieta y el envejecimiento no han encontrado diferencias de género, “entonces parece razonable pensar que el beneficio sería similar”. La doctora también señala que si bien no se estudió el efecto del tiempo que alguien lleva realizando esta dieta, es probable que entre más pronto se adopte en la vida es mejor.

El análisis realizado en este estudio apunta a que los patrones de dieta sana en general tienen un mayor impacto en la salud que algún alimento en específico. Otros estudios han descubierto que las dietas saludables, como la mediterránea, están vinculadas con una mejor salud a largo plazo.

Si bien este estudio se basó en la observación, Connie Diekman, ex presidenta de la Academia de Dieta y Nutrición, afirma que más allá de esta limitación existen muchas razones para promover una mejor dieta, como lo es la mediterránea, “sabemos que comportamientos más saludables en la mujer y el hombre se convierten en un patrón y en consecuencia en un estilo de vida que promueve la salud”.

Vía: Annals of Internal Medicine