Cuando un familiar vive con una enfermedad y tú eres el encargado de cuidarlo, es importante que también te des tiempo para cuidarte a ti mismo, pues el estrés físico y emocional de atender a una persona puede causar problemas de salud.
Y es que un cuidador informal se encarga de las tareas básicas diarias, como hacer las compras, vestirlo, hacer los quehaceres de la casa, cocinar, coordinar los servicios médicos, entre otras. No obstante, por lo regular, tiene que realizar otros trabajos, lo que dificulta atender la propia salud.
Por ello, es importante tomar precauciones y conseguir apoyo; así, es posible reducir los riesgos de contraer ciertas enfermedades.
El estrés de cuidar a un ser querido puede hacer que tengas dolor de espalda y problemas para dormir, por lo que cuidar tu cuerpo es fundamental para tener energía y fuerza para continuar con tus responsabilidades.
Es necesario que comas saludablemente para mantenerte activo y protegerte de las enfermedades.
Para lograr que el día sea más llevadero, tienes que ser más activo. Es importante que intentes darte espacio para hacer actividad aeróbica moderada, como caminar.
Asimismo, debes tomar los pasos necesarios para prevenir el dolor de espalda, como mantener la espalda recta cuando levantas cosas pesadas.
Duerme de 7 a 8 horas todos los días.
Además de las condiciones físicas, es importante que encuentres métodos para controlar el estrés, como haciendo respiraciones profundas, por ejemplo.
Por más ocupado que estés es importante que hagas cosas para ti mismo. Aparta un tiempo para ti todos los días para hacer algo que te guste.
Pide ayuda, por ejemplo, podrías pedirle a un vecino que visite a tu ser querido mientras caminas. Si te es posible, es importante que obtengas apoyo de otras personas y, en caso necesario, puedes investigar sobre los servicios de apoyo que se ofrecen por profesionales.
Si te sientes agobiado, es fundamental que hables de ello con tu doctor.
Vía: Healthfinder
