Los beneficios para el corazón de las estatinas (medicamentos que ayudan a reducir el colesterol) en personas sin enfermedades cardíacas superan con creces los riesgos de cualquier efecto secundario, así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista BMJ.

Las estatinas se recetan ampliamente a personas con enfermedades cardíacas, y las pautas recientes recomiendan aumentar el uso preventivo de estos medicamentos incluso antes de que se diagnostiquen problemas cardíacos. Pero no ha quedado claro si los beneficios superan los riesgos en personas sin enfermedades cardíacas.

Para averiguarlo, los investigadores analizaron datos de 62 ensayos que evaluaron a más de 120,000 personas (edad promedio de 61 años), a quienes se les dio seguimiento durante un promedio de 3.9 años.

Las estatinas se relacionaron con un riesgo ligeramente mayor de efectos secundarios autoinformados como dolor muscular, problemas hepáticos y renales y afecciones oculares como cataratas. Pero no se asociaron con trastornos musculares confirmados clínicamente ni con diabetes.

Por cada 10,000 pacientes tratados con los medicamentos durante un año, los riesgos se tradujeron en 15 casos más de síntomas musculares; ocho eventos hepáticos más; 12 eventos renales más; y 14 afecciones oculares más.

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Pero la reducción en el riesgo de eventos cardíacos importantes otorgada por el uso de estatinas superó los posibles efectos secundarios, encontró el estudio. Se estimó que los medicamentos previenen 19 ataques cardíacos, nueve derrames cerebrales y ocho muertes por enfermedades cardíacas por cada 10,000 pacientes tratados durante un año.

Se observaron pocas diferencias significativas entre las estatinas (atorvastatina, lovastatina y rosuvastatina) incluidas en la investigación.

Los resultados sugieren un balance beneficio-daño favorable para la prevención primaria de enfermedades cardíacas, señaló el equipo dirigido por James Sheppard, del Departamento Nuffield de Ciencias de la Salud de Atención Primaria en la Universidad de Oxford, Reino Unido.

El bajo riesgo de daño que representan las estatinas «debería tranquilizar a los pacientes y médicos, ya que los daños potenciales de las estatinas son pequeños y no deberían disuadir su uso para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares», destacaron los autores.

Los investigadores añadieron que monitorear la función hepática es una buena idea entre los pacientes que toman estatinas para la prevención primaria de enfermedades cardíacas.

Finalmente, dijeron que se requieren más estudios para mejorar la adherencia de los pacientes al tratamiento y hacer que el monitoreo sea más eficiente.

 

Fuente: Health Day News