Para ayudar a prevenir o tratar un trastorno temporomandibular (TTM), puedes intentar realizar ejercicios suaves de la mandíbula. También puedes probar técnicas que te ayuden a relajar los músculos de la mandíbula, así lo indica el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

Ejercicio

Prueba un ejercicio suave para restaurar el rango normal de movimiento, mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos de la mandíbula. Tu médico, dentista o fisioterapeuta pueden recomendarte ejercicios adicionales.

A continuación te explicamos cómo realizar este ejercicio, pero evítalo si tu dolor es intenso o si empeora:

  • Mientras te miras en un espejo, abre y cierra suavemente la boca, dejando caer la mandíbula hacia arriba y hacia abajo.
  • Repite durante unos minutos cada mañana y cada noche.
  • Busca pequeñas mejoras en el rango de movimiento de la mandíbula mientras practicas este ejercicio a diario.

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Relajación

Prestar atención a cómo usas tu mandíbula puede prevenir y ayudar a aliviar los síntomas.

Los buenos hábitos que ayudan a relajar y descansar la mandíbula incluyen:

  • Mantener los dientes separados y los labios cerrados.
  • Mantener la lengua en el paladar, no entre los dientes.

Asimismo, evita todo aquello que ponga la mandíbula tensa, como por ejemplo:

  • Colocar el auricular del teléfono entre el hombro y la mandíbula.
  • Abrir la boca por completo, como cuando cantas en voz alta o bostezas (intenta bajar la cabeza hacia el pecho para sofocar un bostezo).
  • Apretar o rechinar los dientes, morderse los labios o morderse las uñas. Trata de reconocer cuándo estás apretando los dientes, luego relaja la mandíbula y separa los dientes.
  • Apretar cosas como bolígrafos, pipas o puros entre los dientes.

 

Fuente: University of Michigan Health