Tener un hijo es una de las cosas más bonitas que existe, pero requiere mucha responsabilidad, por eso lo ideal es tomar la decisión de manera adulta y planificada. Sin embargo, si ya estás embarazada, lo ideal es estar tranquila, para tomar las decisiones más adecuadas, una vez que la noticia ha sido confirmada. 

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En primer lugar, respira profundo y tranquilízate, porque de nada servirá desesperarte ni desear que todo se solucione como por arte de magia sin que tengas que hacer nada. Seguramente, ya te habrás dado cuenta de que hay momentos en la vida en que tenemos que enfrentar la realidad cara a cara y sacar fuerzas para salir adelante (aunque muchas veces nos parezca que no hay solución posible). 

Posiblemente haya momentos en los que te sientas triste, culpable y desesperada y, a ratos, también puedes sentirte emocionada y feliz por el hecho de saber que hay un bebé en camino. Toma tu tiempo y trata de comenzar a pensar como mamá, para poder tomar una decisión más madura. 

En medio de todas estas emociones encontradas que estas sintiendo, tarde o temprano, tendrás que enfrentarte a tus padres y decirles lo que te está ocurriendo.

Busca una persona adulta en quien confíes

Si piensas que tus padres reaccionarán muy mal a la noticia de tu embarazo, cuéntaselo primero a una persona adulta en quien confíes mucho (una tía, profesora o profesor, la madre de una amiga, un médico). Como mínimo, te darán su opinión sincera acerca de cómo debes hablar con tus padres.

Sin embargo, no le pidas a esta persona que sirva de mensajero y dé la noticia por ti. Tus padres verían esto como un signo de inmadurez por tu parte y, de todas formas, tarde o temprano tendrás que enfrentarte con ellos.

Puedes pedir a esa persona adulta de confianza con quien hablaste que esté presente cuando vayas a hablar con tus padres. Así tendrás a alguien a tu lado, aunque sólo sea para abrazarte y ayudarte a sobrellevar el llanto y hasta la rabia de tus papás, que son reacciones comunes en estas situaciones. Pero asegúrate de que seas tú quien les dé la noticia.

Hora de hablar con tus padres

Tú conoces a tus padres mejor que nadie y puede que te imagines cómo reaccionarán ante tu embarazo. Lo que tienes que tomar en consideración es si ha habido situaciones anteriores en las que hayan reaccionado mal en el pasado y, si en algún momento, han sido violentos o si crees que puedan lastimarte. Si existe esta posibilidad, entonces busca a alguien que te acompañe en el momento de hablar con ellos, no lo hagas sola.

Habla sin rodeos; es como tener que tragar una medicina que no te gusta: mejor hacerlo de una vez. Si eres muy jovencita, a tus padres les costará muchísimo escuchar la noticia de tu embarazo y tendrás que comprender que necesiten un tiempo para aceptar el enorme cambio que un bebé provocará en tu vida y en todos los planes que ellos se habían imaginado para ti.

Es muy mala idea reunir a tu familia y la familia del papá del bebé para darles la noticia a todos al mismo tiempo. Cada cual tiene que hablar con su propia familia, a su manera. Más adelante, cuando todos estén más calmados y si así lo quieren, las dos familias pueden encontrarse para hablar.

Por último, no retrases esa conversación con tus padres. Háblales lo antes posible para que puedas obtener el apoyo que tanto necesitarás y que, sin duda, te darán una vez se les haya pasado el susto inicial. No olvides, sin embargo, que con el apoyo de tu familia o sin él, debes buscar inmediatamente atención médica prenatal. Es muy importante que recibas orientación médica, porque un embarazo antes de los 20 años trae algunos riesgos adicionales, tanto para ti como para tu bebé.