Se conoce como vínculo al fuerte apego afectivo que llega a existir entre dos personas. En el caso de los bebés, hace que los padres deseen colmarlo de amor, cariño y protección.

Expertos en salud han encontrado que el vínculo afectivo tiene una influencia positiva en el desarrollo de los bebés.

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Un fuerte vínculo entre padres e hijos proporciona a los pequeños el primer modelo de relaciones íntimas y favorece en ellos una sensación de seguridad y autoestima positiva.

¿Cómo se forma un vínculo con bebés?

Formar esta clase de apego afectivo no es algo que sucede en unos minutos, ni algo que deba ocurrir a la fuerza durante un determinado periodo de tiempo.

En la gran mayoría de los casos, el vínculo es una consecuencia de los cuidados cotidianos que los padres suministran a su bebé. En varias ocasiones, incluso esta clase de apego puede formarse sin que los padres se den cuenta.

Para favorecer un vínculo fuerte con un bebé, es importante que los padres de familia tomen en cuenta los siguientes factores clave:

1. Tacto.- El tacto es una de las primeras formas que tienen los padres para comunicarse con su bebé. El tacto resulta tranquilizador, tanto para el bebé como para los padres, al tiempo que favorece el crecimiento saludable y el desarrollo del pequeño.

2. Contacto visual.- El contacto ocular proporciona una comunicación significativa a corta distancia. Así como los bebés pueden seguir con la vista objetos en movimiento, también tratan de imitar, desde muy pronto, las expresiones faciales y los gestos que ven en sus cuidadores.

3. Palabras.- Los bebés prefieren las voces humanas y disfrutan vocalizando en sus primeros intentos de comunicarse. Los pequeños suelen disfrutar escuchando las conversaciones de sus cuidadores, así como sus descripciones de lo que ellos hacen y del entorno.

4. Calidez.- Los padres deben tratar siempre que puedan acunar al bebé, meciéndolo en su regazo y acariciándolo suavemente. Cuando los padres sostienen, tocan y abrazan a su bebé con frecuencia, el pequeño pronto aprende a distinguir la calidez de su contacto.

5. Lactancia.- Tanto la lactancia materna como la de fórmula son momentos naturales para formar y afianzar el vínculo con el bebé.

 

Vía: Kid’s Health