El ahogamiento secundario es un problema poco frecuente, pero común en niños pequeños. Si bien no se considera una afección médica, puede provocar diversas molestias y síntomas. Se dice que existe ahogamiento secundario cuando alguien bebe agua al nadar, incluso una pequeña cantidad, y ésta ingresa en sus pulmones. Desafortunandamente, el desconocimiento puede llevar a errores que afectan la salud. Sigue leyendo y evita que tus hijos enfrenten este problema.

Síntomas

Los malestares suelen comenzar luego 24 horas de la exposición al agua, incluso pueden tardar un par de días en aparecer. Algunos de ellos son:

  1. Tos constante.
  2. Dolor de pecho.
  3. Dificultad para respirar.
  4. Disminución de la energía.
  5. Fatiga extrema.
  6. Cambio en el comportamiento —irritabilidad—.

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Recomendaciones

Para que evitar que le suceda a tus pequeños, es importante vigilarlos en todo momento, especialmente si pasan mucho tiempo dentro de una piscina. También, debes enseñar a tus hijos a estar seguros en el agua y no permitir que naden solos.

En la mayoría de los casos, los síntomas de ahogamiento desaparecen tras unos días. Si no es así, es esencial visitar a un especialista. Ciertamente, no es un problema grave de salud, pero existe el riesgo de edema pulmonar, una afección médica en la que el agua irrita los pulmones y dificulta la respiración —sudor, tos, escupir líquido espumoso, sibilancias o jadeos, piel azul o gris, sensación de mareo o aturdimiento—. Además de impedir que llegue suficiente oxígeno a los órganos, incluyendo el corazón, los pulmones pueden llenarse de líquido. ¡Toma precauciones!

 

Vía: Family Doctor