El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, mismas que trasladan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. Cuando un pequeño tiene asma, las paredes internas de estas vías se sensibilizan y se hinchan.

Si bien existen medicamentos para tratar los síntomas de esta afección, es importante que los niños aprendan a detectar y evitar los desencadenantes, como el humo de cigarro, la caspa de las mascotas y la contaminación del aire.

De igual forma, es esencial que los padres vigilen la salud de sus pequeños y prevengan una crisis de asma, la cual acontece cuando los síntomas empeoran. ¿Cómo saber que la enfermedad está bajo control?

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el asma de tu niño está bajo control si:

  • Tiene síntomas no más de dos días a la semana, y estos síntomas no lo despiertan después de dormir más de una o dos noches al mes.
  • Puede hacer todas sus actividades normales.
  • No tiene más de un ataque de asma al año que requiera que tome una píldora o líquido durante varios días para tratar el ataque.
  • Su flujo máximo (medida de qué tan bien entra y sale el aire de sus pulmones) no cae por debajo del 80% de su mejor nivel personal.
  • Debe tomar medicamentos de alivio rápido no más de dos días a la semana.

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Un niño que experimente un ataque grave de asma puede necesitar hospitalización para recibir oxígeno y medicamentos. Si tu hijo presenta síntomas de forma constante, visita a un médico de inmediato y busca el mejor tratamiento para él.

 

Vía: Medline Plus/ Hola Dcotor