El abuso sexual es una violación a los derechos humanos que no solamente daña la integridad física de la víctima, también impide el desarrollo integral, sano y feliz de la persona afectada.
Es de suma importancia el diálogo en familia y generar la confianza para poder conversar de temas de sexualidad entre padres e hijos. A partir de los 10 años (8-9 en el caso de las niñas), los padres deben ayudar a entender los cambios físicos y psicológicos que atraviesan los niños y niñas, producto de la pubertad y orientarlos en temas como la primera menstruación o menarquía, y en el caso de los niños, la primera eyaculación o espermarquia.
Si la sexualidad ha sido un tema de conversación frecuente con tus padres, llegada la adolescencia el proceso debe seguir desarrollándose de forma natural, en caso de que no charlen al respecto, debes incentivar estas conversaciones.
¿Por qué es importante hablar de sexualidad con tus papás?
Según María Elena Montt, psicóloga infanto-juvenil de la Universidad de Chile, “es importante que el diálogo se produzca al interior de la familia pues los padres pueden entregar a sus hijos una información más protegida respecto de lo que realmente es la sexualidad y su importancia, mientras que lo que entregan los otros medios está alterado ya que generalmente trasmiten lo que impacta, lo poco frecuente o lo perverso”.
Tus padres deben entregarte las herramientas necesarias para que puedas tomar decisiones apropiadas y disfrutar de tu futura vida sexual, sin sufrir de abusos. Recuerda que tu cuerpo está preparándose para ser capaz de procrear hijos y desde la adolescencia comienzas a tomar responsabilidades sobre tu cuerpo que repercutirán seriamente en tu futuro.
¿Cómo puedo prevenir el abuso sexual?
- Aprende a decir NO; tienes el derecho a pedir que no toquen tu cuerpo, ni invadan tu espacio o tu intimidad. Haz respetar tu cuerpo y tu sexualidad.
- Conoce y aprende de las partes íntimas de tu cuerpo; estar informado y conocer los riegos que implican ciertas acciones es muy importante para cuidar de ti mismo.
- Aprende a reconocer diversos tipos de caricias; las que te hacen sentirte bien y las que te molestan. Marca siempre una línea de respeto con los demás y desconfía cuando alguien te hace una caricia y te pide que no se lo cuentes a nadie.
- Es necesario que sepas identificar el abuso y diferenciarlo de otro tipo de contactos normales. Ten claro que debes avisar a las personas de tu confianza sobre contactos inadecuados (los que tienen intención sexual o te desagradan).
- Reacciona ante la amenaza o el obsequio; vela por tu propia seguridad. No aceptes dinero o favores de extraños, ni aceptes nunca pasear con alguien a quien no conoces. Es correcto llamar la atención, gritar y crear un escándalo ante situaciones de peligro para ti.
