Un evento difícil de la vida, como la pérdida de uno de los padres, puede ser un momento en el que una persona requiera no sólo del apoyo de los demás, sino también del de sí misma. Por ello, reservar un tiempo para controlarse a sí misma puede ayudarle a reconocer la gran cantidad de emociones conflictivas y perturbadoras que puede experimentar.

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Al afrontar un proceso de duelo, es posible que resulte difícil realizar las tareas diarias habituales, como bañarse, cuidar del hogar o atender a la familia o las mascotas. Una persona puede intentar rodearse del mayor apoyo posible para realizar tales tareas adicionales. Recuerda que está bien detenerse y tomarse un tiempo para abordar los sentimientos.

Con base en lo anterior, el cuidado personal después del duelo puede incluir lo siguiente:

  1. Asegurarse de priorizar el sueño.
  2. Asegurarse de priorizar la nutrición, tal vez preparando y comiendo tus comidas favoritas.
  3. Evitar sustancias que puedan dañar el estado mental.
  4. Mantenerse activo(a) y hacer las cosas que más disfrutas.

 

Fuente: Medical News Today