Si viajarás en avión y ya te encuentras en él, antes de sentarte y abrocharte el cinturón, usa una toallita desinfectante y colócate un cubrebocas si aún no lo has hecho. Limpia tu asiento, cinturón de seguridad y mesa de la bandeja, ya que todos contienen gérmenes. Si necesitas ajustar la luz del techo o la salida de aire, usa desinfectante para manos después de tocarlo. Lo mismo aplica si tocas algo en el bolsillo trasero de tu asiento.

La presión del aire en el avión puede cambiar a lo largo del vuelo. Es más fuerte durante el despegue y el aterrizaje. Algunas personas encuentran que masticar chicle ayuda a aliviar la presión en los oídos. También puedes usar tapones para los oídos y tragar con frecuencia. Si tienes problemas de oído continuos, habla con tu médico antes de volar para asegurarte de que sea seguro para ti. Ella o él podrían sugerirte que tomes un medicamento descongestionante con anticipación para ayudar.

Conoce más: Personas con paro cardíaco, ¿tienen más probabilidades de sobrevivir en un aeropuerto o avión?

Los aviones y las grandes altitudes a las que vuelan crean un entorno muy seco. Puedes mantenerte hidratado(a) con el agua que hayas traído. Evita las bebidas con cafeína o alcohol, pues pueden deshidratarte. Si estornudas o toses, cúbrete la boca y la nariz con el codo para evitar la propagación de gérmenes (incluso con el cubrebocas puesto). Puedes usar pañuelos desechables o pastillas para la tos que previamente hayas empacado para ayudar a tratar cualquier síntoma causado por el ambiente seco.

Ciertas personas corren el riesgo de desarrollar coágulos de sangre o trombosis venosa profunda (TVP), pero le puede pasar a cualquiera. Para prevenirlos durante el vuelo, trata de mantenerte activo(a). Normalmente no podrás caminar, a menos que vayas al extranjero. No obstante, puedes activar tus músculos mientras estás sentado(a). Toca tus pies y estira los músculos de la pantorrilla. Si estás en riesgo, tu médico podría sugerirte que uses medias de compresión.

Los aviones también tienden a ser fríos. Cúbrete con una manta o ropa que hayas traído de casa. No utilices las mantas o almohadas provistas, ya que es posible que no estén limpias. Si puedes, trata de no comer tampoco la comida que se sirve a bordo. No sabes lo que contiene ni lo fresca que es. Esto puede ser más difícil si vuelas internacionalmente. En su lugar, come antes de volar y lleva bocadillos o una comida.

 

Fuente: American Academy of Family Physicians