displasia cadera.2La cadera es un sistema complejo que consta de dos cavidades en las que los huesos responsables de que se muevan las piernas (cuya forma es circular o de rotor) entran en dichas cavidades, permitiendo así el movimiento. Sin embargo, se dan casos en los que dicho hueso no consigue entrar en la cavidad pertinente de manera óptima, quedando fuera de diversas formas. Las más comunes son la luxación de cadera o la falta de cobertura, situaciones que dan lugar a una displasia (alteración en el desarrollo normal de la cadera). Si esto ocurre y no se corrige a tiempo, puede producir numerosos daños a largo plazo en el paciente.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo para sufrir una displasia de cadera son en su mayoría genéticos; esto es que la hayan padecido los familiares o progenitores, aunque existen otros factores como partos al revés o problemas en el cuello del útero. Lo más recomendable es acudir con el especialista, para que realice una correcta evaluación de la cadera, y de esa manera saber si se sufre la condición.

Evaluación y diagnóstico

La forma de evaluar el estado de la cadera consiste en el tamizado, o evaluación del recién nacido, y debe hacerse una valoración exhaustiva por parte del médico general o pediatra para su detección temprana. Si existen sospechas o factores de riesgo, será el propio médico quien requerirá una ecografía de cadera del bebé de 1 a 4 meses de edad, o bien pasada esta edad suele hacerse una radiografía de cadera. Lo anterior es importante ya que la displasia tiende a no mostrar síntomas aparentes en los bebés, por lo que es más eficiente hallarla visualmente mediante una ecografía o radiografía.

Pronóstico de la afección

Cuanto más se postergue su atención, más difícil será tratarla y dejará peores resultados, particularmente si no se ha podido realizar una evaluación médica en los primeros meses. Es imperativo que los padres mantengan en observación a sus niños una vez que comiencen a caminar, a fin de detectar alguna desviación o anomalía en el movimiento del pequeño.

Tratamiento

Uno de los tratamientos más efectivos es el arnés para niños de entre 3 y 6 meses de edad. Cuanto mayor sea la edad del niño mayores complicaciones tendrán los tratamientos, llegando incluso a necesitar escayolamientos, cirugía o prótesis de no diagnosticarla a tiempo durante los primeros meses de vida.

La displasia de cadera no detectada a tiempo, y que quedó fuera de la cobertura del hueso, produce artrosis de cadera, inflamación con dolor y dificultad al andar, cuya forma de mitigación sería una prótesis que proteja la cadera.

Por lo anterior, el mejor consejo es la detección temprana de una posible displasia de cadera en nuestros hijos, lo que permitirá adelantarnos y de esa manera corregirla adecuadamente durante los primeros meses de vida del pequeño.

 

Vía: Clínica del Campestre