Tomar agua es saludable en la mayoría de los casos. Sin embargo, las ganas de beber demasiado pueden ser resultado de una enfermedad física o emocional, a decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Según especialistas, la sed excesiva puede ser síntoma de la presencia de altos niveles de azúcar en la sangre —hiperglucemia—, lo cual puede ayudar a detectar la diabetes. Otras causas comunes son:

  • Comidas muy condimentadas o saladas.
  • Sangrado que podría causar una disminución del volumen de la sangre.
  • Diabetes tipo 2.
  • Diabetes insípida.
  • Ciertos medicamentos.
  • Pérdida de los líquidos corporales debido a infecciones graves, quemaduras o insuficiencia cardíaca, hepática o renal
  • Polidipsia psicógena —un trastorno mental—.

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¿Qué debes hacer si experimentas sed excesiva?

Dado que la sed es la señal del organismo para reponer la pérdida de agua, se recomienda beber una cantidad abundante de líquidos. Para la sed causada por la diabetes, sigue el tratamiento prescrito para controlar adecuadamente los niveles de azúcar en la sangre.

Visita a un médico si:

  1. La sed excesiva es continua e inexplicable.
  2. La sed está acompañada de otros síntomas, como visión borrosa y fatiga.
  3. El volumen diario de orina eliminado supera los 5 cuartos de galón (4.73 litros).

No esperes a tener sed para beber agua. Hidrátate todos los días y visita a un especialista si tienes dudas o inquietudes.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos