Los relajantes musculares son medicamentos que se administran por vía intravenosa, los cuales bloquean los impulsos nerviosos que van hacia los músculos. En ocasiones, también se les conoce como agentes bloqueadores neuromusculares. Cabe mencionar que estos medicamentos se usan a menudo durante la anestesia general, pero no suelen afectar si la persona está despierta. Tampoco alivian el dolor.

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Algunos anestésicos generales también provocan cierta relajación muscular. Sin embargo, en muchos casos se utilizará un segundo medicamento durante la anestesia para relajar el tono muscular de todo el cuerpo o para relajar músculos específicos. Por ejemplo, se puede usar un relajante muscular para relajar los músculos del abdomen o del pecho para una cirugía en dichas partes del cuerpo, o para relajar los músculos de los ojos en ciertos tipos de cirugía ocular. Sumado a lo anterior, un relajante muscular puede facilitar el movimiento de las articulaciones durante la cirugía de huesos y articulaciones.

Los relajantes musculares también se utilizan para relajar el cuello y la garganta y reducir el riesgo de lesiones cuando se inserta un tubo endotraqueal (ET). Asimismo, se pueden usar para relajar los músculos del pecho cuando se coloca un tubo ET para ayudar a una persona a respirar (ventilación mecánica).

Si deseas saber más sobre los relajantes musculares para anestesia, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health