De acuerdo con Michigan Medicine, en Estados Unidos, las pruebas de función pulmonar (PFP) verifican qué tan bien funcionan tus pulmones. Tales pruebas pueden ayudar a detectar problemas pulmonares, así como medir su gravedad y verificar qué tan bien está funcionando el tratamiento para una enfermedad pulmonar.

En concreto, las pruebas analizan lo siguiente:

  • Cuánto aire pueden contener tus pulmones.
  • Qué tan rápido puedes hacer entrar y salir aire de tus pulmones.
  • Qué tan bien tus pulmones introducen oxígeno y eliminan el dióxido de carbono de la sangre.

Los tipos de pruebas de función pulmonar incluyen:

  • Espirometría.
  • Difusión de gases.
  • Pletismografía corporal.
  • Prueba de provocación por inhalación.
  • Prueba de esfuerzo con ejercicio.

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Las PFP también son llamadas pruebas funcionales respiratorias o pruebas de funcionamiento pulmonar.

Cabe destacar que los resultados de la función pulmonar se miden directamente en algunas pruebas y se calculan en otras; y ninguna prueba puede determinar todos los valores de la función pulmonar, por lo que es posible que deba realizarse más de un tipo de prueba. Además, algunas de las pruebas pueden repetirse después de inhalar un medicamento que agranda las vías respiratorias (broncodilatador).

Si deseas saber más sobre las pruebas de función pulmonar, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health