La neumonía ocurre cuando los gérmenes ingresan a los pulmones y ocasionan una infección. La reacción del sistema inmunitario para eliminar la infección provoca la inflamación de los sacos de aire de los pulmones (alvéolos). Eventualmente, dicha inflamación puede hacer que los alvéolos se llenen de pus y líquido, lo que provoca síntomas de neumonía.

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Los virus respiratorios suelen ser la causa de la neumonía. Los ejemplos de infecciones virales que pueden ocasionarla incluyen los siguientes:

  • Influenza (gripe)
  • Virus sincicial respiratorio (VSR)
  • Rinovirus (resfriado común)
  • Infección por el virus de la parainfluenza humana (HPIV)
  • Infección por metapneumovirus humano (HMPV)
  • Sarampión
  • Varicela (virus de la varicela-zóster)
  • Infección por adenovirus
  • Infección de coronavirus
  • Infección por SARS-CoV-2 (el virus causante de COVID-19)

Aunque los síntomas de la neumonía viral y bacteriana son muy similares, la de tipo viral suele ser más leve. Esta puede mejorar en 1 a 3 semanas sin necesidad de tratamiento.

De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, las personas con neumonía viral corren el riesgo de desarrollar neumonía bacteriana.

 

Fuente: Healthline