La enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT) es un grupo de trastornos nerviosos genéticos. Esta lleva el nombre de los tres médicos que la identificaron por primera vez. Tan solo en Estados Unidos, la CMT afecta aproximadamente a 1 de cada 2,500 personas.

La condición afecta los nervios periféricos, los cuales transportan las señales de movimiento y sensación entre el cerebro, la médula espinal y el resto del cuerpo. Los síntomas generalmente comienzan alrededor de la adolescencia. Los problemas en los pies, como los arcos altos o los dedos en martillo, suelen ser síntomas que se manifiestan al inicio de la enfermedad. A medida que avanza la CMT, la parte inferior de las piernas puede debilitarse. Más tarde, tus manos también pueden ponerse débiles.

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Los médicos diagnostican la CMT mediante un examen neurológico, pruebas nerviosas, pruebas genéticas o una biopsia nerviosa. Hasta el momento, no existe cura para la afección. La enfermedad puede ser tan leve que no te das cuenta de que la tienes, o puede ser lo suficientemente grave como para debilitarte a plenitud. La fisioterapia, la terapia ocupacional, los aparatos ortopédicos y otros dispositivos y, a veces, la cirugía, pueden ayudar.

Si tienes más dudas sobre la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine