Los bebés y los niños pequeños aprenden mucho sobre el mundo a través de la boca. Desgraciadamente, esto puede llevar a que se atraganten o, peor aún, a que se traguen algún objeto peligroso.
El atragantamiento es la causa principal de muerte o lesiones entre los niños, especialmente en menores de tres años, de acuerdo a la Academia Americana de Pediatría.
Según Grace Arteaga, especialista del Centro Pediátrico de Mayo Clinic, lo peor que pueden hacer los padres al presentarse este tipo de accidentes es ofrecer líquido o comida. Tampoco es recomendable obligar al niño a vomitar.
¿Qué se recomienda hacer?
Lo principal es llevar al niño a una sala de emergencia cuanto antes. Mientras tanto, si el menor tose con fuerza, los padres deben motivarlo a continuar haciéndolo, sin interferir.
Sin embargo, cuando el objeto tragado obstruye las vías respiratorias y el estado del niño empeora, es decir, cuando la tos se torna silenciosa o la respiración se vuelve más ardua, lo mejor es seguir el método de primeros auxilios «Cinco más cinco».
- Cinco golpes en la espalda. Primero, golpea cinco veces al afectado, entre ambos omóplatos y con la base de la mano.
- Cinco compresiones abdominales. Comprime el abdomen del niño cinco veces —maniobra de desobstrucción de la vía aérea (DOVA)—. Evita hacerlo en el caso de los recién nacidos, pues el bebé podría hacerse daño, sólo comprime el pecho.
- Cinco golpes en la espalda y cinco compresiones abdominales alternadas. Golpea y comprime el abdomen de manera alternada hasta que se desaloje la obstrucción.
La recomendación para los bebés que sufren atragantamiento es diferente. En estos casos la causa más común es la comida. La especialista no recomienda meter los dedos a la boca del bebé, pues el objeto podría deslizarse hacia las vías respiratorias.
- Sujeta al bebé o niño pequeño boca bajo sobre el antebrazo, de manera que la cabeza quede más baja que el cuerpo.
- Golpea al bebé a la mitad de la espalda con la base de la otra mano. La combinación de la gravedad y la fuerza del golpe sirven para desalojar el objeto que obstruye las vías respiratorias del niño.
No te desesperes, recuerda que no todo lo que un niño se traga amerita atención médica. Muchos objetos pueden atravesar el tracto gastrointestinal sin ocasionar daños.
Regularmente, las señales de que un objeto está atorado son: dolor en el pecho o abdomen, vómito y fiebre. En esos casos es necesario extraer el objeto.
Vía: Mayo Clinic
