El resfriado común es una infección leve de las vías respiratorias altas, que incluye la nariz y la garganta. Los resfriados son una enfermedad común. De hecho, los adultos tienen un promedio de 2 a 3 resfríos por año y los niños aún más. Si bien pueden ocurrir en cualquier momento, son más comunes en invierno y primavera.

Un resfriado puede ser causado por más de 200 virus diferentes. Estos son muy contagiosos y se pueden diseminar entre personas a través del aire y el contacto cercano, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos

Asimismo, una persona puede infectarse cuando toca algo con el virus y luego se toca los ojos, la boca o la nariz. Por ejemplo, podría resfriarse después de darle la mano a alguien resfriado o tocar la perilla de una puerta que tiene los gérmenes y luego tocarse la cara.

Recomendaciones

No existe una cura para el resfriado común. Sin embargo, existen tratamientos que pueden hacerte sentir mejor mientras esperas a que desaparezca por sí solo. ¡Pon atención!

  1. Descansa y duerme bien.
  2. Bebe muchos líquidos.
  3. Usa un humidificador limpio o un vaporizador.
  4. Haz gárgaras con agua tibia con sal.
  5. Utiliza gotas o aerosoles nasales salinos.

Recuerda que algunos medicamentos para el resfriado y la tos contienen ingredientes no recomendados para los niños. Habla con un profesional de la salud antes de darle cualquier medicamento a tu pequeño.

Considera que los antibióticos no ayudan con los resfriados. Estos son útiles con las infecciones bacterianas, no con las infecciones virales —como los resfriados—.

Conoce más: 6 maneras de sentirte mejor mientras esperas a que un resfriado desaparezca por sí solo

La mayoría de las personas que tienen un resfriado se sienten mejor después de una semana o dos. Sin embargo, algunas personas que se resfrían pueden desarrollar otras enfermedades, como bronquitis o neumonía. Esto es más común en personas con sistemas inmunitarios débiles, asma u otras afecciones respiratorias. 

Visita a tu médico ante cualquier duda o complicación. ¡No te automediques!

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos