Las piscinas de pelotas -esos lugares que comúnmente entretienen a los niños en restaurantes- son sumamente atractivas para los más pequeños del hogar. Sin embargo, también podrían ser fuente de contagios y enfermedades.

Un reciente estudio estadounidense encontró que las piscinas de pelotas, tanto públicas como aquellas que se encuentran en clínicas de fisioterapia, pueden contener una gran cantidad de bacterias y hongos, algunas de ellas potencialmente peligrosas para la salud de los niños.

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Además de los típicos resfriados, algunos de los gérmenes que se encuentran en estos lugares pueden ser responsables de desarrollar problemas como conjuntivitis, infecciones del tracto urinario e infecciones del torrente sanguíneo, compartió Dobrusia Bialonska, autora principal del estudio y profesora asistente de microbiología ambiental en la Universidad del Norte de Georgia, en Estados Unidos.

No entrar en pánico

Pese a estos hallazgos, la experta invitó a los padres de familia a no entrar en pánico, pues los gérmenes presentes en estos espacios solo podrían afectar a niños con problemas en su sistema inmune o que presentan heridas.

“Estamos hablando de niños que podrían tener algunos problemas inmunitarios y quizá una mayor fragilidad física. Si los niños no presentan problemas de salud, deje que jueguen. Podría ayudarlos a desarrollar su sistema inmunitario”, apuntó.

Recomendaciones

No obstante, la especialista destacó que es conveniente que se tomen medidas de higiene al momento de permitir que los niños entren en estos lugares de entretenimiento.

Algunos de los consejos que recomendó son:

1. Lavar las manos de los pequeños al salir de la piscina de pelotas, especialmente si van a comer inmediatamente después. Si no es posible lavar con agua y jabón, usar toallitas antibióticas.

2. Evitar que entren a estos lugares niños con heridas abiertas.

3. Evitar que entren a estos lugares niños con alguna enfermedad o problemas en su sistema inmune.

 

Vía: Health Day News