Una habitación fresca, oscura y tranquila puede ayudarte a conciliar el sueño y permanecer dormido(a) más fácilmente.

Para la mayoría de las personas, una temperatura en el dormitorio entre 15.6 °C y 19.4 °C es la temperatura óptima para dormir.

También es importante asegurarte de tener un colchón, almohadas y ropa de cama cómodos. Cuanto más cómodo(a) estés, más fácil te resultará conciliar el sueño y permanecer dormido(a). ¿Quieres sugerencias? Explora opciones de almohadas y colchones verificadas por expertos y de confianza con asesoría de un especialista en medicina del sueño.

Si tienes el sueño ligero o tienes vecinos ruidosos, un buen par de tapones para los oídos puede ayudarte a dormir sin que te interrumpan.

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Además, si tu dormitorio se inunda con demasiada luz, es posible que desees considerar el uso de cortinas opacas o una máscara o antifaz para los ojos, a fin de mantener tu entorno de sueño lo más oscuro posible.

RECUERDA: Un colchón que pueda brindar comodidad y soporte te permitirá tener un sueño reparador.

El tipo de colchón y el grado de firmeza se basan en las preferencias personales. Por lo general, un colchón viejo, de más de 10 años o con una flacidez visible, no será cómodo ni de apoyo.

Un colchón que te ayude a mantener la alineación de la columna mientras duermes es importante para ayudar a que las estructuras que rodean la columna se relajen y se recuperen durante el sueño.

La alineación de la columna es importante para reducir el dolor de espalda y mantener una postura adecuada.

 

Fuente: Healthline