El angioedema es la hinchazón de la capa inferior de tejido justo debajo de la piel o de las membranas mucosas, donde se acumula líquido y los vasos se dilatan. La hinchazón afecta principalmente a la cara, la lengua, los labios, la garganta, los brazos y las piernas, pero puede tornarse grave e incluso poner en peligro la vida si se presenta en la garganta, los pulmones o el tracto gastrointestinal.

Los médicos suelen diagnosticar el angioedema basándose en su apariencia clínica y en una revisión del historial médico del paciente y de los síntomas que lo acompañan.

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Si sospecha de una alergia, tu proveedor de atención médica puede sugerirte que te sometas a pruebas de alergia para identificar el desencadenante causal (alérgeno). Esto puede involucrar una prueba cutánea (en la que se inyecta una pequeña cantidad de un alérgeno sospechoso debajo de la piel), una prueba de parche (que utiliza un parche adhesivo con una infusión del alérgeno) o análisis de sangre para comprobar si existen anticuerpos alérgicos en la sangre.

Los análisis sanguíneos también se pueden utilizar para diagnosticar angioedema hereditario (AEH). Si se han excluido todas las demás causas de angioedema, tu médico quizás decida verificar el nivel de una sustancia llamada inhibidor de la esterasa C1, que regula las bradicininas, en tu sangre. Las personas con AEH son menos capaces de producir estas proteínas, por lo que un nivel bajo de inhibidor de la esterasa C1 se considera un fuerte indicio de este tipo de angioedema.

 

Fuente: Very Well Health