El zinc es un mineral natural que es importante para el crecimiento y desarrollo, así como para mantener la salud, de los tejidos corporales.

El acetato de zinc es un suplemento dietético que se utiliza para tratar y prevenir la deficiencia de zinc.

Antes de usar acetato de zinc, habla con tu médico o farmacéutico. Es posible que no puedas usar este suplemento si tienes ciertas condiciones médicas.

No se sabe si el acetato de zinc puede dañar a un bebé que está por nacer. No lo tomes sin decirle a tu médico que estás embarazada o si podrías quedar embarazada durante el tratamiento.

No se sabe si el suplemento pasa a la leche materna o si le puede hacer daño al bebé lactante. No utilices este medicamento sin antes consultar a tu doctor si estás amamantando a tu bebé.

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¿Cómo debes tomarlo?

Úsalo exactamente como se indica en la etiqueta o según lo prescrito por tu médico. No lo utilices en cantidades mayores o menores o por más tiempo de lo recomendado.

Toma acetato de zinc con un vaso lleno de agua o con los alimentos si te produce malestar estomacal.

Tu proveedor de atención médica puede cambiar ocasionalmente tu dosis para asegurarse de que obtengas los mejores resultados con el suplemento. La cantidad diaria recomendada de acetato de zinc aumenta con la edad. Sigue las instrucciones de tu médico. También puedes consultar las listas de «Ingesta dietética de referencia» de la Academia Nacional de Ciencias o del Departamento de Agricultura de Estados Unidos [USDA] (anteriormente «cantidades diarias recomendadas») para obtener más información.

Finalmente, no olvides conservar el acetato de zinc a temperatura ambiente, lejos de la humedad y el calor.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health