Todo el mundo experimenta dolores y molestias ocasionales. De hecho, el dolor repentino es una reacción importante del sistema nervioso que ayuda a alertar sobre una posible lesión. Cuando se presenta una lesión, las señales de dolor viajan desde el área lesionada hasta la médula espinal y el cerebro.

El dolor generalmente será menos intenso a medida que la lesión sane. No obstante, el dolor crónico es diferente del dolor típico. Con el dolor crónico, tu cuerpo continúa enviando señales de dolor al cerebro, incluso después de que sana la lesión. Esto puede durar desde varias semanas hasta años. Dicho dolor puede limitar tu movilidad y reducir tu flexibilidad, fuerza y resistencia, lo que a su vez puede dificultar la realización de tareas y actividades diarias.

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El dolor crónico se define como aquel dolor que dura al menos 12 semanas. Puede ser agudo o sordo, provocando una sensación de ardor o dolor en las zonas afectadas. Puede ser constante o intermitente, yendo y viniendo sin motivo aparente. El dolor crónico puede presentarse en casi cualquier parte del cuerpo, y puede sentirse diferente en las distintas áreas afectadas.

Algunos de los tipos más comunes de dolor crónico incluyen los siguientes:

  1. Dolor de cabeza
  2. Dolor posquirúrgico
  3. Dolor postraumático
  4. Dolor de espalda baja
  5. Dolor de cáncer
  6. Dolor de artritis
  7. Dolor neurogénico (dolor causado por daño a los nervios)
  8. Dolor psicógeno (dolor que no es causado por una enfermedad, lesión o daño a los nervios)

De acuerdo con los expertos, más de 1,500 millones de personas en todo el mundo padecen dolor crónico, siendo la causa más común de discapacidad a largo plazo en países como Estados Unidos y afectando a unos 100 millones de personas.

Fuente: Healthline