Si estás considerando o estás utilizando suplementos dietéticos, aquí te mencionamos 5 cosas que debes tener en cuenta:
1. Toma las riendas de tu salud siendo un(a) consumidor(a) informado(a). Los estándares para la comercialización de suplementos son muy distintos de los estándares para medicamentos. Por ejemplo, los comercializadores de un suplemento no tienen que demostrarle a las agencias reguladoras que es seguro o que funciona antes de que sea puesto a la venta. Busca la evidencia científica pertinente sobre la seguridad de un suplemento dietético y si funciona.
2. «Natural» no significa necesariamente «seguro». Por ejemplo, las hierbas consuelda y kava pueden causar daños graves al hígado. Además, cuando veas el término «estandarizado» (o «verificado» o «certificado») en la botella, no necesariamente garantiza la calidad o consistencia del producto.
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3. Algunos suplementos dietéticos pueden interactuar con medicamentos (recetados o de venta libre) u otros suplementos, y algunos pueden tener efectos secundarios por sí solos. Diversas investigaciones han demostrado que la hierba de San Juan interactúa con muchos medicamentos de maneras que pueden interferir con los efectos previstos, incluidos los antidepresivos, los tratamientos hormonales, los antirretrovirales utilizados para tratar la infección por VIH y otros.
4. Sé consciente del potencial de contaminación. Se ha descubierto que algunos suplementos contienen medicamentos recetados ocultos u otros compuestos, particularmente en los suplementos dietéticos comercializados para la pérdida de peso, la salud sexual, el rendimiento atlético o el culturismo.
5. Habla con tu médico. Infórmales a todos tus proveedores de atención médica sobre cualquier producto o práctica de salud complementaria que uses, incluyendo los suplementos dietéticos. Esto ayudará a darles una idea completa de lo que estás haciendo para controlar tu salud, y les ayudará a garantizarte una atención coordinada y segura.
Fuente: National Center for Complementary and Integrative Health
