Los síntomas más comunes de la meningitis son fiebre, dolor y rigidez en el cuello y dificultad para pensar (llamado cambio en el estado mental). Los tres síntomas juntos se denominan la «tríada clásica» de los síntomas de la meningitis.

También se presentan otros síntomas de la afección. Además, muchos de ellos son comunes en otros tipos de infecciones. Algunos síntomas de meningitis comienzan en etapas tempranas de la infección, mientras que otros tardan más en aparecer. Es posible que no muestres todos estos síntomas si tienes meningitis.

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Los síntomas comunes de esta condición incluyen los siguientes:

  1. Dolor de cuello: el dolor en la parte superior del cuello y la rigidez al girarlo suelen estar presentes. También es muy común no poder tocar el pecho con la barbilla; esto se llama rigidez de nuca.
  2. Fiebre leve: una persona con meningitis suele tener fiebre, que puede ser baja o alta.
  3. Dolores de cabeza: estos pueden ser muy dolorosos. En ocasiones, sólo causan dolor leve a moderado en toda la cabeza. Una persona también puede tener sensibilidad al sonido y a la luz junto con el dolor de cabeza.
  4. Dolores musculares: el dolor y la sensibilidad en todo el cuerpo son otros síntomas comunes de la meningitis, pero también pueden ocurrir con infecciones como la gripe.
  5. Fatiga: sentirse agotado(a) y fatigado(a), incluso si no estás activo(a), es típico en personas que padecen infecciones, incluida la meningitis.
  6. Somnolencia: es probable que sientas sueño si tienes meningitis. También es posible que duermas más horas de lo normal.
  7. Falta de apetito: como ocurre con otras enfermedades, las personas con meningitis generalmente no sienten hambre ni quieren comer.
  8. Náuseas y vómitos: puedes experimentar náuseas o vómitos incluso si tienes un caso leve de meningitis.
  9. Irritabilidad: los otros síntomas de la meningitis pueden ser muy molestos y pueden contribuir a que una persona se sienta muy irritable.
  10. Dolor de espalda: generalmente empeora cuando dobla las piernas cerca del pecho en posición fetal. Sin embargo, también puede empeorar con cualquier cambio de posición. Es posible que experimentes este dolor todo el tiempo.

 

Fuente: Very Well Health