implante-pulmon-iGarret Peterson es un niño que desde que nació ha vivido en diversos hospitales, debido a una condición física que le impide respirar de forma natural, por lo que necesita ventiladores para seguir con vida. Todo el tiempo vive en constante riesgo debido a que sus vías respiratorias colapsan varias veces al día.

Cuando su historia salió a la luz pública, un equipo de cirujanos de la Universidad de Michigan realizaron unas férulas que le fueron implantadas en las vías respiratorias del pequeño, un milagro que permitió al bebé ir a casa y poco a poco dejar de lado los ventiladores.

Peterson tiene una enfermedad llamada tetralogía de Fallot con válvula pulmonar ausente, aunado a una traqueobroncomalacia severa, que es un reblandecimiento de la tráquea y bronquios, una enfermedad que afecta a 1 de cada 2,200 recién nacidos.

Ante este raro caso médico, los especialistas realizaron unas férulas biodegradables impresas en 3D que se implantaron de forma exacta en las vías respiratorias del infante, lo que permite el fortalecimiento de su tráquea y bronquios.

Cabe destacar que es la segunda vez que los científicos de la Universidad de Michigan realizan un implante de este tipo. El primero se realizó en 2013 y fue implantado a un niño que también padece debilidad en tráquea y bronquios.

Este invento fue desarrollado por Glenn Green, profesor de otorrinolaringología pediátrica, y Scott Hollister, profesor de ingeniería biomédica y mecánica.

Green aseguró que a pesar de que la esperanza de vida del pequeño era mínima, a finales de enero del 2014 realizaron la operación, cosiendo los implantes en los bronquios izquierdo y derecho del paciente para ensanchar la vía aérea y mantenerla abierta para permitir que crezca correctamente durante los próximos tres años hasta que la impresión se degrade.

Durante la cirugía, los pulmones de Garret comenzaron a funcionar normalmente, sorprendiendo a los especialistas. Y aunque el niño todavía necesita ventiladores para respirar, se espera que en los próximos meses comience a dejar de necesitar estos aparatos de forma progresiva.

«Es una tremenda sensación saber que este dispositivo ha salvado a otro niño. Creemos que hay muchas otras aplicaciones para estas técnicas, pero el ver que con el implante vive y respira frente a nosotros es impresionante», concluyó Scott Hollister.

Vía: Medical News Today