Existen cinco grupos de alimentos —frutas, verduras, carnes magras, productos lácteos, granos y cereales—, mismos que proporcionan los nutrientes esenciales y la energía que el cuerpo necesita. De acuerdo con especialistas, todos son importantes y cada uno de ellos cumple con una función específica. Es decir, los alimentos por sí mismos no son completos, suficientes o equilibrados hasta que se combinan entre sí.

No obstante, el consumo de frutas y verduras es esencial en una dieta saludable. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como cardiopatías, cáncer gastrointestinal, diabetes y obesidad, así como a mitigar varias carencias de micronutrientes.

En contraparte, el escaso consumo de estos productos naturales:

  • Representa uno de los 10 factores principales de riesgo de mortalidad a escala mundial.
  • Provoca, a nivel mundial, un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales.

Aunque no lo creas, comer frutas y verduras variadas garantiza un consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, así como de fibra dietética, fitoesteroles, flavonoides y otros antioxidantes. Además, su ingesta ayuda a desplazar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.

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¿Cuántas frutas y verduras comer?

Según recomendaciones de la OMS y la FAO acerca de la dieta, la nutrición y la prevención de las enfermedades crónicas, lo ideal es consumir un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras. Si te interesa aumentar su ingesta, presta atención a las siguientes recomendaciones.

  1. Conoce tus necesidades específicas. Si es necesario, visita a un especialista en nutrición.
  2. Establece una meta. Comienza por comer una fruta o verdura adicional al día. Cuando te acostumbres, añade otra.
  3. Agrega frutas y verduras a todas tus comidas.
  4. Prueba productos naturales nuevos, así no te aburrirás y continuarás con una dieta balanceada.
  5. Aprende a mezclar creativamente. Un jugo de verduras bajo en sodio, en lugar de un refresco, te ayudará a estar saludable.

 

Vía: OMS