El oído de nadador, médicamente llamado otitis externa, es una infección del oído externo causada por el agua que permanece dentro del canal auditivo después de nadar o bañarse. Dicha agua suele contener hongos o bacterias.

Por ello y para ayudar a prevenir el oído de nadador en tus hijos, el Hospital Infantil de Filadelfia, en Estados Unidos, sugiere lo siguiente:

  1. Enseñar a los niños a usar una toalla para secarse las orejas después de las actividades acuáticas.
  2. Animar a los niños a usar tapones para los oídos mientras nadan.
  3. Mantener las orejas de tu hijo limpias.
  4. Evita el baño o ducha excesivos.

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RECUERDA: El dolor de oído es el síntoma principal de la otitis externa. Puede ser grave y empeorar cuando se jala o presiona la parte externa de la oreja. También puede ser doloroso masticar. A veces, se siente picazón en el canal auditivo antes de que comience el dolor.

La hinchazón del canal auditivo puede hacer que tu niño se queje de una sensación incómoda en el oído. El oído externo puede sufrir enrojecimiento o inflamación, y los ganglios linfáticos alrededor de la oreja pueden agrandarse y volverse sensibles. A veces, se presenta secreción del canal auditivo; esta puede ser clara al principio y luego volverse turbia, amarillenta y similar a pus.

Asimismo, la audición puede verse afectada temporalmente si la pus o la hinchazón bloquean el paso del sonido hacia el oído. La fiebre es poco común en la mayoría de los casos.

Consulta a un médico si crees que tu hijo padece oído de nadador, pues el recomendará el tratamiento más adecuado según la situación particular del niño.

 

Vía: Health Day News / Kids Health