La pérdida de peso ocurre cuando consumes menos calorías de las que quemas de manera constante. Por el contrario, el aumento de peso ocurre cuando comes constantemente más calorías de las que quemas.

Cualquier alimento o bebida que consumas y que tenga calorías cuenta para tu ingesta total de calorías.

Dicho esto, la cantidad de calorías que quemas cada día, lo que se conoce como gasto calórico o de energía, es un poco más complicado.

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El gasto calórico consta de tres componentes principales:

  1. Tasa metabólica en reposo. Esta es la cantidad de calorías que tu cuerpo necesita para mantener las funciones corporales normales, como respirar y bombear sangre.
  2. Efecto térmico de los alimentos. Esto se refiere a las calorías utilizadas para digerir, absorber y metabolizar los alimentos.
  3. Efecto térmico de la actividad. Estas son las calorías que usas durante el ejercicio. También puede incluir termogénesis de actividad sin ejercicio, que representa las calorías utilizadas para actividades como el trabajo en el jardín y moverse agitadamente.

RECUERDA: Si la cantidad de calorías que consumes es igual a la cantidad de calorías que quemas, mantendrás tu peso corporal.

Asimismo, si deseas perder peso, debes crear un balance calórico negativo consumiendo menos calorías de las que quemas o quemando más calorías a través de una mayor actividad física.

 

Fuente: Healthline