15 Los niños y la diabetesSegún la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños sufren importantes consecuencias en sus organismos por este padecimiento que cada vez se extiende más entre la población no sólo de México, sino del mundo. A continuación te presentamos las consecuencias con respecto a la diabetes tipo 1 y tipo 2 en niños.

¿Qué riesgos entraña para los niños la diabetes?

Desafortunadamente, la frecuencia de la diabetes en niños está creciendo en todo el mundo, y los estudios lo demuestran. Aunque aún no se conocen bien las razones de este aumento. Con el paso del tiempo, la diabetes causa daños importantes al corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, causando la aparición de problemas crónicos y hasta provocar la muerte prematura.

La diabetes de tipo 1 (denominada también diabetes insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia) se presenta cuando el páncreas no es capaz de producir una cantidad suficiente de insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre. La causa aun no es conocida, pero parece que se trata de una mezcla de factores genéticos y ambientales.15 Los niños y la diabetes int

En muchos países se está constatando un aumento del diagnóstico de casos de diabetes tipo 1, en particular entre los niños más jóvenes. Curiosamente, algunas pautas de morbilidad recuerdan las epidemias de enfermedades infecciosas.

Todavía no se ha logrado desarrollar un modo para prevenir la diabetes de tipo 1.

La diabetes de tipo 2 (también denominada diabetes no insulinodependiente, o de inicio en la edad adulta) se produce cuando el organismo es incapaz de utilizar eficazmente la insulina que sintetiza. En algunos casos es prevenible y puede ser consecuencia del sobrepeso, de la falta de actividad física y a veces de una predisposición genética.

Recientemente se ha constatado un aumento del número de casos notificados de diabetes de tipo 2 entre los niños y los adolescentes, hasta el punto de que en algunas partes del mundo la diabetes de tipo 2 es el que más abunda entre los niños. Existe un sentimiento generalizado de que el aumento mundial de la obesidad y de la inactividad física en la infancia está desempeñando un papel decisivo en ello. Alimentarse de modo sano y adoptar unos hábitos de vida saludables constituyen una fuerte defensa frente a la enfermedad. En el mundo hay alrededor de 350 millones de personas afectadas, cifra que se multiplicarán por más de dos en los próximos veinte años.

 

Vía: OMS