Las pruebas caseras de chequeo de glucosa son una parte esencial del control del azúcar en sangre y, en consecuencia, de manejar adecuadamente tu diabetes. Para ello, lo común es hacer uso de un glucómetro, dispositivo que permite medir la concentración de glucosa sanguínea (glucemia) de forma instantánea y desde la comodidad de tu hogar.

Por lo anterior, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) te ofrece las siguientes sugerencias para cuando utilices este medidor de la glucosa en sangre:

  1. Sigue las instrucciones del fabricante cuidadosamente.
  2. Pídele a tu proveedor de atención médica que te observe mientras manipulas el aparato, para asegurarse ambos de que estás usándolo correctamente.
  3. Prueba regularmente tu glucómetro para asegurarte de que funciona correctamente.
  4. Aprende a leer e interpretar los resultados en tu dispositivo.
  5. Limpia y desinfecta tu glucómetro adecuadamente, como se indica en el manual.
  6. Es importante que sepas cuándo y cómo informar sobre algún problema que tenga el dispositivo.

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Recuerda que tu médico especialista o educador en diabetes es quien debe guiarte en términos de la frecuencia con que debes controlar tu glucosa sanguínea y cómo hacerlo de manera correcta y segura.

Cerciórate de que tu médico te vea varias veces utilizando el glucómetro. De esta forma, podrás tener la seguridad de que lo estás haciendo como se debe.

Finalmente, no olvides que como mínimo, debes revisar tu nivel de azúcar en sangre todas las mañanas antes de comer. También es aconsejable revisarlo antes del almuerzo, la comida y la cena y antes de acostarte. Tu doctor también puede pedirte que cheques tu sangre dos horas después de ingerir alimentos.

 

Vía: Web MD / Health Day News