Aunque la diverticulosis y diverticulitis son dos condiciones que están relacionadas, no son lo mismo. La diverticulosis es un factor de riesgo de diverticulitis, y muchas personas que tienen diverticulosis nunca pasan a tener diverticulitis. Para quienes finalmente desarrollan diverticulitis, no está claro qué es lo que ocasiona la enfermedad, por lo que es difícil saber cómo prevenirla. Una dieta saludable y ejercicio regular pueden ayudar.

Sacos que salen de la pared del colon sin causar problema

La diverticulosis es una condición que afecta el tracto gastrointestinal. En ella, los pequeños sacos, llamados divertículos, se salen de la pared del colon. La condición es muy común a medida que la gente envejece. Se calcula que casi la mitad de la población estadounidense de más de 50 años la padece. La mayoría de la gente la tiene una vez que cumple 80 años. Con dichas estadísticas en mente, descubrir un caso de diverticulosis durante una colonoscopia no es inusual. En general, no es motivo de preocupación.

La diverticulosis por sí sola típicamente no desencadena ningún síntoma. En raras ocasiones, los divertículos pueden sangrar, dando lugar a sangre en las heces. Como dijimos, es común que la diverticulosis se encuentre durante una colonoscopia de rutina o en un estudio de imagen, dígase una tomografía computarizada, que se realiza por otra razón. De hecho, puedes tener diverticulosis durante años sin complicaciones ni problemas. Sin embargo, si uno o más de los divertículos se inflaman, la condición se convierte en diverticulitis.

Inflamación que puede ser muy dolorosa

Aunque la diverticulosis por lo general no conduce a ninguna molestia, la diverticulitis puede ser muy dolorosa. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal significativo, así como fiebre, estreñimiento o diarrea, náuseas y fatiga. Un caso leve de diverticulitis puede desaparecer por sí solo sin ningún tratamiento. Cuando el tratamiento es necesario, tomar antibióticos y llevar una dieta líquida o baja en fibra pueden ser todo lo que necesitas para resolver los síntomas.

Conoce más: Gastroparesia, ¿qué es y cómo abordarla?

No obstante, en los casos más severos, la diverticulitis puede conducir a una rasgadura en el colon, permitiendo que el contenido intestinal se filtre hacia el abdomen. En tal situación, es necesario hospitalizar a la persona para lograr un tratamiento eficaz. Existen casos donde la cirugía de emergencia resulta imprescindible para reparar el agujero en el colon.

En contraste con la diverticulosis, la diverticulitis es infrecuente. Sólo alrededor del 5 por ciento de las personas que tienen diverticulosis jamás desarrollarán diverticulitis. En general, la diverticulitis es poco conocida. Por desgracia, poco se sabe sobre lo que lleva a una persona con diverticulosis a desarrollar diverticulitis.

Pautas a seguir

Aunque el conocimiento limitado sobre qué causa la diverticulitis dificulta ofrecer estrategias sólidas para prevenirla, sí hay algunas pautas que pueden ayudar. Las personas que tienen sobrepeso tienden a desarrollar diverticulitis con más frecuencia que las personas que tienen un peso saludable. Por lo tanto, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable puede brindar algún beneficio protector contra la diverticulitis. Algunas investigaciones sugieren que la dieta también puede jugar un papel. Las personas que comen una dieta baja en fibra posiblemente tengan un mayor riesgo de diverticulitis. Llevar una dieta bien balanceada que incluya mucha fibra permite prevenir la diverticulitis.

Si tiene preguntas o inquietudes sobre la diverticulosis, habla con tu proveedor de atención médica. Él o ella pueden ofrecerte sugerencias basadas en tu situación de salud individual. Si experimentas síntomas que podrían estar relacionados con diverticulitis —especialmente dolor repentino en tu abdomen— busca atención médica de inmediato.

 

Vía: Clínica Mayo